Conocidos por su miedo al ridículo en público y a montar numeritos, los británicos no suelen reaccionar de forma demasiado directa a situaciones que les molestan. Ponen los ojos en blanco, chasquean la lengua y hacen algún gesto facial desaprobatorio, pero poco más.
¿Y qué les molesta? Casi siete años en tierras británicas y una pareja escocesa me han enseñado que muchas cosas. En este artículo comparto cinco que seguro te vendrán muy bien si visitas Londres, Liverpool, Glasgow o cualquier otra ciudad del Reino Unido.
Decirle a alguien cómo estás cuando te preguntan how are you?
Todos los novatos en el Reino Unido caen en la trampa. Te preguntan how are you? y tú vas y respondes de forma sincera compartiendo detalles de tu reciente constipado, de un día malo en el trabajo o cuentas tus vacaciones. Ves unos ojos incrédulos y una expresión facial que dice «¿pero por qué me cuentas tu vida?». Y es que en clase de inglés nunca te enseñaron que how are you? es una pregunta retórica, un simple saludo al que se responde con Yeah, not too bad. How are you? y similares, estés como estés.
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No pedir las cosas por favor, no dar las gracias y no disculparte lo suficiente
Aunque hay personas educadas y maleducadas en todos sitios, sí es verdad que existen ciertas diferencias entre las culturas británica y española a ese respecto. En general, los españoles nos ahorramos los «por favor», «gracias» y «disculpe» en muchas situaciones, sobre todo informales o del ámbito familiar, en las que eso sería impensable para un británico. En el Reino Unido escuchas please, thank you y sorry todo el rato. Tanto es así, que hay gente que te pisa el pie y te pide perdón a ti, muchos clientes en las tiendas le dan las gracias al dependiente después de pagar y ves a pasajeros darle las gracias al conductor tras bajarse del autobús. Y aún hay más: se envían tarjetas de agradecimiento tras recibir regalos y responden con otra tarjeta para agradecer que le hayan enviado la tarjeta de agradecimiento. Un bucle de thank you en toda regla, vaya.
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Llamar «inglés» a un británico no inglés
Esta es una metedura de pata gorda muy habitual que me hace recordar un momento estelar en la televisión española de hace unos años. Durante una entrevista al antiguo entrenador de fútbol John Toshack, la reportera le quiere echar algo en cara y dice «es que los ingleses…». Toshack no se puede aguantar: «No soy inglés. Soy galés».
Por desgracia, mucha gente utiliza «Inglaterra» para referirse incorrectamente al Reino Unido o no tiene clara la diferencia entre Gran Bretaña (Inglaterra, Gales y Escocia) y el Reino Unido (Inglaterra, Gales, Escocia e Irlanda del Norte), así que toma nota.
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No invitar a rondas en los pubs
Aquí lo de pagar cada uno lo suyo no se lleva y está bastante mal visto. Si lo haces, serás (silenciosamente) tachado de rata y reducirás considerablemente las probabilidades de que te inviten a salir por ahí en el futuro. Tanto si salís en un grupo de tres como de diez, se paga siempre en rondas. Normalmente recuperas lo que gastas, porque la noche no acaba hasta que todos paguen la suya.
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Tocar el claxon
En España somos mucho de tocar el claxon y lo hacemos a la primera de cambio: para reñir a alguien por pegarse demasiado a nuestro coche al adelantar, para avisar a peatones cuando salimos de un aparcamiento subterráneo, o incluso para saludar.
Sin embargo, los británicos, a menos que haya riesgo inminente de accidente o alguien tenga un cabreo mayúsculo, nunca tocan el claxon. Es que hace ruido y eso.
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