La casa de muñecas más grande del mundo y una bodega con más de 18 000 botellas, descubre estas y otras muchas curiosidades sobre el castillo de Windsor.
El castillo de Windsor, situado a unos 32 km de Londres, ha ocupado muchas páginas en los medios de comunicación, especialmente por haber sido el telón de fondo de las bodas del príncipe Enrique y Meghan Markle y de la princesa Eugenia y Jack Brooksbank. Recientemente, los 2,4 millones de libras de dinero público utilizados para la remodelación de Frogmore Cottage, la residencia cercana al castillo de Windsor, también han hecho correr ríos de tinta durante las negociaciones del «Megxit».
Cotilleos aparte, el castillo de Windsor, emblema de la familia real, data de finales del siglo XI y sus paredes han sido testigo de los principales acontecimientos históricos del país. Hoy en día puede presumir de ser el castillo ocupado más grande y antiguo del mundo. De hecho, ha estado habitado sin interrupción durante 900 años.
Descubre seis datos curiosos y fascinantes sobre este castillo histórico.
1. Lazos estrechos con Enrique VIII
Divorced, beheaded, died. Divorced, beheaded, survived (Divorciada, decapitada, murió. Divorciada, decapitada, sobrevivió). Esta es la conocida rima que relata el destino de las seis esposas de Enrique VIII. Este rey cambió el curso de la historia, rompiendo con la Iglesia católica y estableciendo la Iglesia de Inglaterra para poder divorciarse de Catalina de Aragón y casarse con Ana Bolena (a la que posteriormente ordenó ejecutar). Se dice que el fantasma del segundo monarca Tudor todavía ronda el castillo. Los visitantes han escuchado sus pasos y lamentos, y aquellos que lo han visto lo describen como un hombre grande y furioso. Enrique VIII fue sepultado en la capilla de San Jorge al lado de su tercera esposa, Juana Seymour, y junto a varios soberanos y sus consortes.
2. Refugio durante la Segunda Guerra Mundial
Se rumorea que Hitler planeaba hacer del castillo de Windsor su nuevo hogar en Inglaterra y, quizás por eso, la fortaleza no sufrió daños durante los bombardeos. La familia real se escondió aquí durante la guerra. Durante este periodo, oscurecieron las ventanas, quitaron los candelabros y reforzaron los dormitorios. Las princesas Isabel y Margarita incluso llegaron a pasar algunas noches en el sótano.
3. Una casa de muñecas
La casa de muñecas de Windsor de la reina María es de la década de 1920. Además de ser la más grande del mundo, también es la más sofisticada, ya que no le falta ningún detalle: la casa tiene agua corriente, electricidad y hasta dos ascensores en funcionamiento. Más de 1500 artistas y artesanos contribuyeron a la creación de esta reliquia. Otro de los puntos fuertes de este «juguete» es la bodega, abastecida con vino y cerveza de verdad, y la biblioteca en miniatura, que alberga relatos escritos a mano por autores tan famosos como Sir Arthur Conan Doyle.
4. Una bodega de lo más completa
¡En la bodega del castillo hay unas 18 000 botellas! El castillo de Windsor y el palacio de Buckingham acogen cerca de 300 eventos cada año, y para estas celebraciones se necesitan unas 5000 botellas de vino (¡y en algún sitio hay que guardarlas!). Pero no vayas a pensar que la bodega está llena de Chateaux Margeaux del 2009; de hecho, la mayor parte del vino es bastante económico, con botellas que oscilan entre 5 y 10 libras. Aunque queremos pensar que algún tesoro escondido sí que habrá, mejorando con el paso de los años, mientras espera pacientemente a ser descorchado.
5. Que no falten los relojes ni las chimeneas
El castillo de Windsor tiene más de 300 chimeneas, y para ocuparse de todas ellas hay un empleado a tiempo completo, siempre perteneciente a la misma familia, ya que el cargo va pasando de generación en generación. Además, en todas las estancias hay más de 450 relojes. Cuando cambia la hora, el relojero de la reina tarda 16 horas en adelantarlos en la primavera y 18 horas en atrasarlos durante el otoño.
6. De mal en peor a causa de un incendio
La reina dio un discurso el 24 de noviembre de 1992, durante el cual calificó el año como un annus horribilis. El año 1992 trajo varias desgracias a la familia real, incluyendo el divorcio de la princesa Ana, el divorcio de Sarah Ferguson y el príncipe Andrés ( y la posterior divulgación de unas fotos en las que un empresario “chupaba” los pies de la duquesa), y la publicación de la impactante biografía de Diana escrita por Andrew Morton, en la que se revelaba el romance del príncipe Carlos con Camilla Parker-Bowles. Para colmo de males, solo cuatro días antes de este inolvidable discurso, un incendio en el castillo de Windsor había ocasionado daños por valor de 36,5 millones de libras. Pero como las desgracias nunca vienen solas, para poner el broche de oro a un año horrible, Carlos y Diana anunciaron su separación en diciembre.