No importa la época del año que sea: los pueblos costeros rezuman encanto verano e invierno. Nos ha costado elegir solo una decena de pueblos de entre los centenares que hay en el extenso litoral de la Península, pero aquí están: son 10 de los pueblos costeros más bonitos de España.
Pasamos por Cadaqués, Muros, Fornells, San Vicente de la Barquera y más pueblos costeros que nos han robado el corazón.
1. Cadaqués, Cataluña
Ya incluimos Cadaqués en nuestro artículo sobre los pueblos españoles con más encanto, y lo volvemos a hacer aquí porque esta lista no estaría completa sin el pueblo costero más pintoresco de Catalunya. Cadaqués es una de las joyas que podrás encontrar en el Alt Empordà, la comarca donde termina la aclamada Costa Brava, refugio de Dalí y muchos otros artistas. Cuando llegues, desconecta el móvil y déjate llevar por la tramontana, quizás aflore el genio que hay en ti.
2. Cudillero, Asturias
Cudillero es el encanto norteño encapsulado en un pueblo. Esta villa marinera de la costa asturiana es tan singular que hasta tienen su propio dialecto: el pixueto. Las fachadas de colores colgando de la montaña junto al azul y verde del paisaje confieren a Cudillero un escenario de postal, ¡así que ten la cámara a punto!
3. Mutriku, País Vasco
A orillas del mar Cantábrico, Mutriku es un encantador pueblo costero perteneciente a Guipúzcoa. Con una importante tradición pesquera, la villa aun conserva su trazado medieval y sus empinadas calles adoquinadas, donde abundan hermosas casas solariegas. Todo el litoral de Mutriku es una maravilla: lo podrás comprobar al pasear, en bajamar, desde el puerto del pueblo hasta la playa de Saturraran.
4. Lastres, Asturias
Desde el mirador de la ermita de San Roque, la vista sobre la villa asturiana de Lastres es espectacular. Es un auténtico remanso de paz situado en un enclave perfecto entre mar y montaña, donde antaño los lugareños se dedicaban a la pesca de la ballena. Los años han pasado, pero todas las tardes aun se puede presenciar el regreso de las barcas y la subasta del pescado en la lonja del pueblo.
5. Muros, Galicia
El extremo occidental del litoral español esconde un pequeño municipio llamado Muros, en La Coruña. A pesar de ser un pueblo pesquero, se encuentra a 580 metros sobre el nivel del mar, en un enclave rodeado de una naturaleza sin igual. Su casco antiguo fue declarado Bien de Interés Cultural, pues su alto valor arquitectónico confiere a Muros un encanto especial, realzado especialmente por los soportales marineros de las viviendas, donde se solían arreglar las redes y se limpiaba el pescado.
6. Fornells, Baleares
Menorca acoge pueblos costeros de ensueño, uno de los cuales es Fornells. Su puerto natural, rodeado de barcas, es el núcleo del encanto mediterráneo que desprende la localidad, complementado con típicas casas encaladas envueltas de una tranquila atmósfera. La bahía de Fornells incluye cuatro calas vírgenes que vale la pena visitar. Para acabar la jornada, nada mejor que degustar el plato típico del pueblo: la caldereta de langosta.
7. Peñíscola, Comunidad Valenciana
Regresamos a la península sin dejar el Mediterráneo para desembarcar en Peñíscola. A lo alto de este pueblo costero de la provincia de Castellón destaca su hermoso castillo templario, acompañado de una muralla y de callejuelas medievales que confieren a la localidad un atractivo escenario donde escapar en busca de días llenos de sol.
8. Tossa de Mar, Cataluña
Tossa de Mar, en la Costa Brava catalana, presume de un importante legado cultural a la vez que es uno de los pueblos costeros más encantadores del país. A pesar de los múltiples atractivos que ofrece Tossa y sus alrededores, como el mirador dels Cards, Es Codolar y cala Giverola, nos quedamos con la vista nocturna que brinda el castillo medieval iluminado, que se puede contemplar dando un romántico paseo por la playa.
9. Mojácar, Andalucía
El pueblo almeriense de Mojácar, dividido entre Mojácar Pueblo y Mojácar Playa, ofrece lo mejor de ambos mundos: en el primer núcleo, callejuelas con casas blancas decoradas con flores de colores por donde pasear en busca de calma y tranquilidad; en el segundo núcleo, playas y establecimientos de ocio donde exprimir al máximo las vacaciones. ¿Con qué parte te quedas?
10. San Vicente de la Barquera, Cantabria
Si Cantabria es un lugar para compartir, San Vicente de la Barquera encarna este eslogan al máximo. Esta villa marinera presume de un entorno de excepción, culminado por la ría y playas como Merón, el Rosal, Gerra, el Tostadero… y con los Picos de Europa nevados como telón de fondo. No nos olvidamos de la atractiva puebla vieja, donde podrás contemplar la muralla y el castillo. Los más sibaritas se deleitarán con la marmita barquereña, un plato típico de San Vicente a base de bonito y patatas.