De norte a sur, te presentamos diez de los pueblos italianos más bonitos y menos conocidos que vale la pena descubrir
Roma, Florencia, Milán, Turín, Nápoles, Palermo y otras grandes ciudades son maravillosas, pero todas las regiones italianas tienen pueblecitos preciosos y menos transitados que muchos aun no conocen. Aquí tienes una lista de los diez pueblos italianos que te recomendamos descubrir.
1. Montagnana, una fortaleza medieval
Montagnana es un tesoro en el corazón de Padua, una provincia de Véneto, donde historia y arte se unen. Las imponentes murallas de este hermoso pueblo datan de mitad del siglo XIV, mientras que las casas y monumentos del centro histórico se construyeron durante el Renacimiento. La catedral de esta localidad acoge obras de arte tan importantes como Transfiguración de Paolo Veronese y Giuditta y David de Giorgione.
2. Canale di Tenno, entre cuento de hadas y naturaleza
Canale di Tenno es un pueblecito medieval con una población de tan solo 50 personas donde la tradición campesina y artesanal aun sigue muy arraigada. Ubicado en una colina con vistas a las aguas turquesas del lago de Tenno, este pueblo tan pintoresco está lleno de casitas de piedra con el tejado de madera. Da un paseo a caballo por la orilla del lago para sumergirte en una atmósfera mágica digna de El señor de los anillos.
3. Crema, aun más bonito después de Call Me by Your Name
Luca Guadagnino ha hecho brillar Crema con Call Me by Your Name. Las localizaciones de esta película, aclamada por la crítica y nominada a un Oscar, se convirtieron rápidamente en sitios de peregrinación cinematográfica. De hecho, en este pueblo lombardo parece que el tiempo se paró hace décadas, dándote la oportunidad de sumergirte en una atmósfera que es antigua y moderna a la vez. La plaza del Duomo, con su icónico arco del Torrazzo, se merece una visita, aunque pasearse por las calles del pueblo en busca de antiguos palacios y rincones fotogénicos es también interesante.
4. Triora, el Salem italiano
Este pueblo de 355 habitantes en la provincia de Imperia consiste en un grupito de casas de piedra enclavadas encima de una colina. Además de disfrutar de increíbles vistas, Triora es un sitio misterioso y fascinante. De hecho, se conoce como el pueblo de las brujas. En 1587, acusaron a unas 30 mujeres de brujería, las torturaron y finalmente las mataron después de una terrible hambruna. En el Museo Etnográfico y de la Brujería de Triora puedes aprender más sobre este episodio triste y absurdo. Paralelamente, las callejuelas, los túneles y las zonas arboladas de la localidad crean una atmósfera inquietante pero perfecta para un encuentro en luna llena o durante el sábado judío.
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5. Fosdinovo, entre marquesas y fantasmas
Las casas de este pequeño pueblo en la provincia de Massa y Carrara están dominadas por el Castillo de Malaspina, una fortaleza medieval magnífica utilizada como museo y para celebrar conferencias literarias y eventos culturales. Después de todo, no se podría esperar menos del castillo que hospedó a Dante Alighieri en 1306. Algunas zonas del castillo aun están habitadas por la familia Malaspina y, tal como tiene que ser, por un fantasma: el espíritu de Bianca Maria Aloisia, torturada y encerrada en vida en el castillo por haberse negado al matrimonio de conveniencia.
6. Pitigliano, el pueblo suspendido
Pitigliano es un pueblecito de la Toscana excavado completamente en piedra toba. Antiguo y misterioso, los orígenes de Pitigliano son inciertos, pero se cree que preceden a los Etruscos. En esta localidad de estética tan asombrosa también encontrarás una importante tradición anticuaria y de elaboración de vinos de calidad. Cada mes de agosto se celebra un mercado de antigüedades, mientras que en septiembre los visitantes pueden adentrarse en las bodegas de toba.
7. Furore, el fiordo del sur
Furore es una preciosa joya situada en el tramo de costa que va de Amalfi a la isla de Capri, aunque se aleja de su glamur. A pesar de que la ubicación espectacular de este pueblecito marítimo colgando de un fiordo no necesita el glamur de las estrellas del cine para brillar, Roberto Rossellini lo escogió para su película L’amore y como lugar de residencia con Anna Magnani. De hecho, el municipio tiene un pequeño museo dedicado a esta famosa pareja.
8. Monopoli, entre tierra y mar
Este antiguo pueblo pesquero de Puglia ha conseguido reinventarse a lo largo de los años sin perder su esencia. Los eventos musicales, las actividades culturales y los restaurantes de Monopoli son modernos y a la vez están muy arraigados a las tradiciones locales. Visita la espléndida basílica della Madia, de estilo barroco, y explora las grutas y los olivos centenarios del interior.
9. Manduria, la parte desconocida de Salento
Ubicada en la parte alta de Salento, Manduria muestra un lado diferente de Puglia, lejos de los destinos masificados en agosto. Manduria aúna la belleza barroca de Lecce con la rusticidad de un pueblo rural, repleto de monumentos preciosos y hallazgos arqueológicos. No te pierdas la Chiesa Madre, la judería medieval, el campanario y las antiguas murallas mesápicas. Y también es la cuna del Primitivo, un vino tinto aromático y con cuerpo que se considera de los mejores de Italia.
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10. Torre Faro, la maravilla del estrecho de Mesina
Puede que la costa de Reggio Calabria parezca accesible desde la playa de Torre Faro, pero es mejor no intentar llegar nadando: Caribdis, el monstruo marino de la Odisea de Homero, siempre está al acecho en el estrecho de Mesina. Torre Faro es el punto más lejano al noreste de Trinacria, y después de las seis de la tarde, cuando el mar está calmado, puedes ver cómo se entrelazan las corrientes entre Sicilia y Calabria.