Desde los grandes clásicos hasta lugares menos conocidos, descubre qué hacer en Roma para aprovechar al máximo tu visita a la Ciudad Eterna.
Roma es una ciudad hermosa y espectacular, llena de vida y con un sinfín de actividades que hacer. Visitar la capital italiana al menos una vez en la vida es casi una obligación y, si puedes repetir, pues mejor todavía. Con una larga y rica historia, museos y obras de arte excepcionales, plazas monumentales y una gastronomía para chuparse los dedos, estamos seguros de que tan pronto como pongas pie en la Ciudad Eterna caerás rendido a sus encantos.
Pero, con tanto que ver y hacer, planificar un itinerario de viaje no es tarea sencilla. Para ayudarte, hemos elaborado una pequeña guía divida en secciones según el tipo de interés: atracciones principales, viajes en familia, lugares insólitos, consejos gastronómicos, etc.
Sigue leyendo para descubrir 33 cosas imprescindibles que hacer en Roma.
Los grandes clásicos
Tanto si ya has visitado Roma antes como si es tu primera vez, hay algunas cosas que nunca deberían faltar en tu itinerario. Museos, plazas monumentales, fuentes… en la Ciudad Eterna cada esquina esconde una sorpresa cargada de historia. He aquí algunas actividades imprescindibles.
1. Admira las obras de los Museos Vaticanos
Sin duda, es uno de los museos más bonitos y espectaculares de Roma. La colección de arte de los Museos Vaticanos, acumulada por los papas a lo largo de los siglos, es una de las más grandes del mundo. La estrella indiscutible del complejo es la maravillosa Capilla Sixtina. Construida en el siglo XV, en su decoración participaron artistas tan excepcionales como Miguel Ángel, quien pintó los frescos de la bóveda y la pared del altar, con el famoso Juicio Final. Pero los museos albergan otras muchas maravillas, como el grupo escultórico Laocoonte y sus hijos, y la Escuela de Atenas de Rafael. Imperdibles también la majestuosa Sala de los Mapas y la Sala de los Animales.
Los museos son enormes, por lo que puede resultar difícil visitar todas las estancias. Por eso, te recomendamos que realices una visita guiada. Así, podrás ver los lugares más destacados mientras aprendes un montón de curiosidades y datos interesantes.
Experiencia recomendada: Visita en grupo reducido a los Museos Vaticanos y la Capilla Sixtina
2. Viaja a la antigua Roma en el Coliseo y el Foro Romano
Probablemente, lo primero que se te venga a la cabeza al pensar en Roma sea el Coliseo. El mayor anfiteatro romano del mundo forma parte del Patrimonio de la Humanidad de la Unesco y es el único monumento europeo en la lista de la Siete Nuevas Maravillas del Mundo. Para profundizar en la historia de la ciudad, no dejes de visitar los otros sitios que forman parte del Parque Arqueológico del Coliseo, así como el Foro Romano. Disfruta de un emocionante viaje al pasado en el que en su día fue el centro de la vida pública y religiosa de la ciudad.
Experiencia recomendada: Visita al Coliseo y al Foro Romano con un guía local
3. Haz un recorrido guiado por las plazas más bonitas de Roma
En Roma hay muchísimas plazas, y cada una es más bella que la anterior. Una de las más famosas es la Piazza Navona, que cuenta con tres fuentes: la Fontana del Moro, la Fontana del Nettuno y la Fontana dei Quattro Fiumi, proyectada por Bernini. Destacan también la enorme y pintoresca Piazza del Popolo, con el espectacular Obelisco Flaminio, y la mundialmente conocida Piazza di Spagna, cuya escalita conecta la embajada española con la iglesia Trinità dei Monti. No podemos olvidarnos tampoco de la Piazza Venezia, con el Altar de la Patria, ni de la pequeña Piazza di Trevi, con su famosa fuente. Así mismo, la Piazza San Pietro, donde se reúnen miles de fieles para escuchar las palabras del Papa, también es una visita obligada.
Experiencia recomendada: Visita privada por las plazas de Roma y el Museo Ara Pacis
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4. Maravíllate con la arquitectura del Panteón
Fundado en el año 27 a.C., en sus inicios el Panteón era un templo dedicado a todas las deidades veneradas en la Antigua Roma. A lo largo de los siglos su función cambió, y en el siglo VII pasó a ser una basílica cristiana, dedicada a Santa María de la Rotonda. Pero lo más sorprendente del Panteón es su extraordinaria arquitectura. El cuerpo central, llamado «rotonda», sostiene una cúpula de hormigón con una apertura central, llamada «óculo». El óculo permite que la luz penetre en el edificio, pero, a simple vista, podría parecer contraproducente en los días de lluvia. Sin embargo, gracias al suelo convexo de la rotonda y a la presencia de una veintena de arquetas, el agua que se filtra por el techo del Panteón no supone ningún problema.
5. Admira la ciudad desde lo alto
El centro histórico de Roma se alza sobre las famosas siete colinas. Esto significa que, durante tu visita a la ciudad, tendrás que subir y bajar a menudo, pero también tendrás muchas oportunidades para disfrutar de unas vistas impresionantes. Por eso, en nuestra lista de cosas que hacer en Roma, una de las experiencias que no podía faltar es, simplemente, admirar la ciudad desde lo alto. Pero, ¿sabías que existe una octava colina desde la que se puede disfrutar de la vista más hermosa de todas? Se trata del Janículo, en el barrio de Trastevere. Con 88 metros de altura, desde la cima es posible ver el centro histórico desde un punto de vista realmente privilegiado. Las puestas de sol son realmente épicas.
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6. Tira una moneda en la Fontana di Trevi
Estás caminando por la Plaza de España y, de repente, te encuentras con un espectáculo maravilloso. La Fontana di Trevi luce orgullosa en una plaza que parece demasiado pequeña para albergar toda su espectacularidad (y la multitud de turistas que vienen a visitarla). Es una de las mayores fuentes monumentales de Roma y está dedicada al mar. Dice la leyenda que, si lanzas una moneda al agua, se te cumplen los deseos. Vale la pena probar, ¿no?
7. Pasea por el puente de Sant’Angelo
El puente más bello de Roma es una construcción imponente, adornada con estatuas de temática religiosa que te acompañan en tu recorrido hacia el Vaticano. Cruzar el puente Sant’Angelo a pie es, sin duda, una de las cosas que hay que hacer sí o sí en Roma, no solo para admirar su belleza y majestuosidad, sino también para disfrutar de unas vistas impresionantes al río Tíber y al castillo de Sant’Angelo.
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8. Visita la hermosa Galería Borghese
Elegante y refinada, la Galería Borghese es una atracción imprescindible. Su colección de arte es mundialmente conocida y cuenta con algunas de las obras más famosas de Bernini y Caravaggio. Para visitarla, es necesario reservar la entrada y, dada su popularidad, te recomendamos que planifiques la visita con bastante antelación.
9. Descubre todos los secretos de la Basílica de San Pedro
La cúpula de Miguel Ángel, símbolo emblemático de Roma, forma parte del horizonte de la ciudad desde hace siglos. La enorme basílica, construida en 1506 en el lugar en el que probablemente fue enterrado San Pedro, alberga en su interior numerosas obras de arte y muchos secretos y tesoros. Los juegos de perspectiva de las columnas de la plaza, las tumbas de los Papas bajo la nave principal y la antigua necrópolis romana sobre la que fue erigida son solo algunos de ellos. Para descubrirlos todos, nada mejor que realizar una visita guiada de la Basílica de San Pedro.
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10. Sube al Altar de la Patria en el ascensor panorámico
El Monumento a Víctor Manuel II, conocido también como Altar de la Patria, es sencillamente enorme y domina con solemnidad Piazza Venezia. Su construcción se inició a finales del siglo XIX y, en 1911, aunque todavía no estaba terminado, se abrió al público. El monumento, de estilo neoclásico, es un símbolo de la unidad italiana y de la libertad frente a la dominación extranjera. Sube hasta la terraza panorámica en la cima del monumento y maravíllate con las vistas de 360º de la ciudad.
11. Entra en tantas iglesias como puedas
La ciudad símbolo de la religión católica alberga algunas de las iglesias más bellas del mundo. Además de la Basílica de San Pedro, Roma está llena de iglesias y capillas de extraordinaria belleza, más o menos conocidas. En la iglesia de San Luis de los Franceses se pueden admirar tres obras de Caravaggio, la iglesia de Santa María sobre Minerva es un espléndido ejemplar de iglesia gótica y, por último, la basílica de San Pablo Extramuros es un lugar tan excepcional que fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. Pero la lista no termina aquí… y lo mejor es dejarse sorprender por las iglesias que te vayas encontrando por el camino.
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12. Revive la historia en el Circo Máximo
Este lugar cargado de historia ha sido protagonista de numerosas leyendas. En el Circo Máximo se han celebrado juegos, se han realizado intercambios y ventas y, según la mitología, fue precisamente aquí donde tuvo lugar el rapto de las Sabinas. Hoy en día, gracias a su gran aforo, el Circo Máximo es el sitio perfecto para albergar conciertos y eventos multitudinarios.
13. Sube hasta el Capitolio
En una de las siete colinas originales sobre las que se fundó Roma, se encuentran el Palazzo Senatorio, sede del Ayuntamiento de Roma, y los Museos Capitolinos. Aunque el Capitolio sea la colina de menor altura, es la que mejor cuenta la historia política de la ciudad. Por si esto fuera poco, desde la Piazza del Campidoglio (Plaza del Capitolio), diseñada por el mismísimo Miguel Ángel, se puede disfrutar de unas maravillosas vistas a Piazza Venecia y a los Foros Imperiales. Sin duda, una parada imprescindible para añadir a tu itinerario.
Experiencias originales y lugares insólitos
Además de los grandes clásicos, en Roma hay muchas otras cosas que visitar. De hecho, la ciudad está llena de lugares insólitos, menos frecuentados por los turistas, pero que sin duda vale la pena conocer. Así mismo, también hemos recopilado varias experiencias originales que te permitirán descubrir la ciudad de una forma más alternativa.
14. Observa la Cúpula de San Pedro desde la Via Nicolò Piccolomini
Roma es la ciudad de los juegos de perspectiva y las ilusiones ópticas. En la colina del Janículo, aparte de disfrutar de un maravilloso paisaje, también puedes dar un paseo por Via Piccolomini. Mientras caminas hacia San Pedro, no pierdas de vista la cúpula…¡estamos seguros de que te sorprenderás! Debido a una ilusión óptica, aunque cada vez estés más cerca de la basílica, te parecerá que la cúpula está más lejos.
15. Explora la ciudad en bicicleta eléctrica
Además de las maravillas arquitectónicas, en los alrededores de Roma hay muchas zonas verdes. Si te apetece alejarte un poco del centro histórico y quieres recorrer las calles sin preocuparte del tráfico (y sin cansarte demasiado), no hay nada mejor que alquilar una bici eléctrica. Entre las rutas más bellas se encuentran la Via Appia Antica y el Parque de los Acueductos, ambas con una historia milenaria, pero también el carril bici de la isla Tiberina, a lo largo del río Tíber, y la Regina Ciclarum, que llega hasta el mar después de atravesar el centro histórico.
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16. Descubre los misterios y lugares embrujados de Roma
Con una historia tan larga y compleja, Roma es una ciudad llena de secretos, leyendas y lugares que, al parecer, están embrujados. Descubre el lado más siniestro y misterioso de algunos lugares icónicos de Roma durante un recorrido interactivo, o adéntrate en el mundo de Ángeles y Demonios mientras resuelves el misterio de los Illuminati.
17. Baja a las profundidades visitando la Roma subterránea
Las zonas subterráneas son solo uno de los muchos secretos que esconde la capital italiana. Bajo la Piazza Navona, la Fontana di Trevi y otras atracciones emblemáticas de la ciudad se esconden catacumbas, ciudades subterráneas, pequeños lagos y mucho más. Para disfrutar de una experiencia realmente única y evocadora, compra el abono que te permitirá acceder a los principales lugares subterráneos de Roma.
18. Relájate en el Jardín de los Naranjos
Este hermoso jardín en la colina del Aventino no solo es un espectacular mirador, sino también un oasis urbano donde relajarse tras una intensa jornada visitando la ciudad. En su día, el lugar que hoy alberga este jardín era el huerto de los monjes que vivían en el convento adyacente. En la actualidad, los numerosos árboles de naranjas amargas son una de sus características más destacadas. Pasear por este cuidado jardín es una verdadera delicia y, además, se encuentra a pocos pasos del famoso «Ojo de la Cerradura», que ofrece una vista única de la Basílica de San Pedro.
19. Da un paseo por Via Margutta
Otra actividad muy recomendable en Roma, sobre todo si quieres evitar las multitudes, es dar un paseo por Via Margutta. Esta calle de atmósfera bohemia, que conecta Piazza del Popolo con Piazza di Spagna, es conocida como la calle de los artistas desde la Edad Media, gracias a la numerosa presencia de talleres y galerías de arte. La zona también es conocida por albergar muchas tiendas de antigüedades.
Actividades para hacer con niños en Roma
Aunque muchas familias pueden llegar a pensar que la Ciudad Eterna es demasiado grande o caótica para viajar con niños, lo cierto es que en Roma hay un montón de actividades perfectas para disfrutar con los pequeños de la casa. A continuación, te contamos todos los detalles.
20. Explora las maravillas de Villa Borghese
Villa Borghese es un maravilloso parque urbano, una zona verde muy popular tanto para los niños como para los adultos. Es el lugar perfecto para pasear, para montar en bicicleta, para hacer una merienda e incluso para introducir a los pequeños de la casa en el fascinante mundo del arte visitando la Galería Borghese.
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21. Acércate al Bioparco
El parque de Villa Borghese está lleno de sorpresas. En su interior puedes visitar Bioparco, el jardín zoológico más antiguo de Italia. Con casi 200 especies de animales de todo el mundo, Bioparco es un verdadero paraíso para los niños, ya que podrán ver de cerca a sus animales favoritos y aprender un montón de datos curiosos sobre sus hábitos.
22. Diviértete con toda la familia en Cinecittà World
Otra buena opción para pasar un día lleno de diversión en familia es Cinecittà World. Situado en Castel Romano, este parque de atracciones es de temática cinematográfica, y en su interior cuenta con decorados de películas, unas 40 atracciones para todas las edades y un parque acuático. Es posible visitar Cinecittà World durante todo el año, aunque en los meses de invierno tiene un horario de apertura reducido.
23. Participa en un taller del MAXXI
El MAXXI, situado en el barrio Flaminio, no es solo un museo de vanguardia, sino también un espacio multifuncional en el que se realizan actividades aptas para todas las edades. Además de las colecciones de arte y las exposiciones temporales, el MAXXI tiene una vocación educativa, por lo que a menudo acoge talleres y eventos dirigidos a escuelas y familias. Un plan de lo más divertido para pasar tiempo de calidad con los más pequeños.
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24. Haz una visita guiada de las catacumbas de San Calixto
Para los niños un poco más mayores y los adolescentes, visitar las Catacumbas de San Calixto es una auténtica aventura. Este complejo subterráneo abarca unas 30 hectáreas, en parte bajo la Via Appia Antica. Las galerías y los túneles fueron excavados en el siglo II y sus paredes han sido testigos de años y años de historia. Muchos mártires y hasta nueve papas han sido enterrados aquí. Sin duda, una experiencia misteriosa y original capaz de fascinar a toda la familia.
25. Acércate a la Boca de la Verdad
La famosa máscara de mármol con forma de rostro masculino con barba, con los ojos, la boca y la nariz perforados, se encuentra en el exterior de la iglesia de Santa María de Cosmedin. Hay muchas teorías sobre quién es el ser representado en la Boca de la Verdad: ¿se trata de Júpiter? ¿tal vez un Fauno? ¿o una deidad del agua?… Lo que sí sabemos con seguridad es que originalmente era la tapa de una alcantarilla. A los niños les fascinará esta misteriosa atracción que, según cuenta la leyenda, es capaz de descubrir si mentimos.
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Experiencias gastronómicas
Una de las cosas que hay que hacer en Roma es… ¡comer! La cocina romana es rica, genuina, sabrosa, variada y apreciada en todo el mundo. Echa un vistazo a nuestras recomendaciones sobre los mejores barrios para comer y las experiencias gastronómicas que no deberías perderte.
26. Cena en una trattoria de Trastevere
Trastevere es uno de los barrios más pintorescos y característicos de la ciudad. La Piazza di Santa Maria es una parada ineludible en tu itinerario de viaje y la basílica es tan bonita que también vale la pena visitarla por dentro. Pero el mejor momento para descubrir Trastevere es durante la noche. Este vibrante barrio está repleto de osterias, trattorias y pequeños restaurantes donde se pueden degustar los sabores típicos de la gastronomía tradicional romana.
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27. Prueba los carciofi alla giudìa (alcachofas al estilo judío)
Otra parada imprescindible para los amantes de la gastronomía es el barrio judío. Aquí podrás admirar la sinagoga, visitar el Museo Judío y pasear por sus pintorescas calles, llegando incluso hasta la Isla Tiberina. Y después de tanto caminar… ¡seguro que tendrás hambre! En esta zona también hay muchos restaurantes y trattorias, pero, elijas el que elijas, recuerda pedir carciofi alla giudìa (alcachofas al estilo judío), un auténtico manjar. Otras delicias judeo-romanas son el caldo de pescado, las flores de calabacín fritas y el pan de Shabat.
28. Saborea la comida callejera
La comida callejera en Roma es especialmente sabrosa. Prueba el bocadillo de porchetta, la pizza romana (muy fina y crujiente), el supplì (una especie de croquetas de arroz con salsa y mozzarella) y la grattachecca (granizado romano). ¡No te arrepentirás!
29. Carbonara, cacio e pepe, amatriciana, gricia
No te puedes ir de Roma sin probar algunos de los platos de pasta más sabrosos y típicos de la zona. La carbonara, el cacio e pepe, la amatriciana, la gricia y la arrabbiata están tan ricos que merecerían estar protegidos por la Unesco.
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30. Piérdete entre los puestos del mercado de Campo de’ Fiori
Campo de’ Fiori es una hermosa plaza llena de vida situada a poca distancia de Piazza Navona. En ella se celebra un colorido mercado, el cual ha aparecido como telón de fondo en varias películas neorrealistas. Si tienes tiempo por la mañana, acércate hasta el mercado y curiosea entre los diferentes puestos. Si bien es cierto que durante los últimos años algunas partes del núcleo histórico y central se han ampliado, convirtiéndose en una especie de trampa para turistas, todavía es posible encontrar delicias locales que vale la pena probar.
31. Toma una copa en una terraza
¿Quieres conocer la Roma más glamurosa y elegante? En la ciudad hay un montón de bares situados en azoteas desde los que disfrutar de unas vistas encantadoras mientras tomas un cóctel. Las terrazas más bonitas son las del centro, ya que desde ellas es posible admirar las principales atracciones en un entorno deslumbrante.
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Excursiones desde Roma
La región del Lacio está llena de rincones que vale la pena descubrir, así que si tienes tiempo, te recomendamos que aproveches para hacer alguna excursión. He aquí un par de ideas, aunque las opciones son realmente infinitas.
32. Visita Villa de Este y Villa Adriana
Estas dos villas declaradas Patrimonio Mundial de la Unesco se encuentran a unos 40 minutos del centro de Roma. Villa de Este es una villa renacentista construida en el siglo XVI por el cardenal Villa d’Este, mientras que Villa Adriana es un yacimiento arqueológico donde se encuentran las ruinas de una antigua residencia del emperador Adriano. La primera es mundialmente famosa por su espectacular jardín, con sus pintorescas fuentes y juegos del agua; y la segunda, gracias a su excelente estado de conservación, es un auténtico viaje en el tiempo.
33. Descubre Civita di Bagnoregio y Orvieto
Civita di Bagnoregio es un pueblo único, tan encantador que parece sacado de un cuento de hadas. Debido a la rápida erosión del Valle de los Calanchi, la base sobre la que se asienta Civita cede varios centímetros cada año, de ahí que reciba el apodo de «el pueblo que muere». En la actualidad, tan solo se puede llegar hasta él atravesando un puente peatonal.
Desde aquí, también es posible visitar la encantadora ciudad de Orvieto (Umbría). Esta pequeña localidad es un paraíso para los amantes de la buena comida y el buen vino, y el trayecto en coche dura apenas media hora.
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