¡No hay nada más divertido que un viaje por carretera en Europa! ¿Adónde? Aquí tienes cinco ideas.
Ahora que las temperaturas empiezan a subir y los días se alargan, ya notamos que el verano está a la vuelta de la esquina. Con el calorcito de la época estival apetece emprender un viaje largo por carretera: Europa, con su diversidad de paisajes, es el escenario perfecto. Te proponemos cinco países europeos que recorrer por carretera este verano.
1. Italia
Es el viaje por carretera por excelencia: ¡la bella Italia! Empieza en Génova para admirar el puerto y el centro histórico de esta hermosa ciudad mediterránea. Pasa como mínimo un día aquí antes de dirigirte a la cercana Cinque Terre, una zona escarpada de la costa liguria que acoge cinco históricos pueblos pesqueros protegidos por la Unesco. Camina por las sendas legendarias talladas en las empinadas colinas aterrazadas. Luego, saborea la excelente gastronomía de Liguria. Estando en Italia, ¡Roma es una parada obligatoria! Sí, los turistas acuden a la Ciudad Eterna en masa, pero entendemos el porqué. Desde atracciones populares como las maravillas de los Museos Vaticanos y la Capilla Sixtina a actividades poco usuales como un recorrido a pie por la Roma fantasmal y misteriosa que desvela el lado más oscuro de la ciudad. Los que buscan un refugio del ajetreo de la ciudad pueden ir para las ondulantes colinas verdes de la Toscana. Degusta el Chianti, el Montepulciano y otros vinos típicos directamente de su fuente y explora pueblecitos como San Gimignano.
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2. Portugal
Situado al extremo occidental del continente europeo, Portugal está esperando que lo descubras. Si quieres una propuesta de itinerario de viaje largo, empieza en Francia, pasa por los Pirineos (puedes plantearte también una ruta por Andorra) y finalmente atraviesa España para llegar a Portugal.
Visita la ciudad de Oporto, donde no puedes dejar de degustar su famoso vino. A todo el mundo le encanta Lisboa (ciertamente, no te la deberías perder) pero Oporto y la ciudad universitaria de Coímbra son igual de bonitas. Ubicado a orillas del río Tajo, Lisboa es una impresionante ciudad antigua con callejones sinuosos y casas coloridas que dieron a la ciudad su atmósfera inconfundible. Cabe destacar Sintra, un sitio fabuloso que fue declarado patrimonio de la humanidad por la Unesco y que se encuentra a treinta minutos en coche de Lisboa.
3. Croacia
Croacia ya no es ningún secreto (en parte, gracias a Juego de Tronos), pero este tesoro del Adriático aun se infravalora en comparación con sus vecinos mediterráneos. La parte más destacada incluye Dubrovnik y su casco antiguo protegido por la Unesco, así como Split. Los seguidores de Juego de Tronos reconocerán King’s Landing y el Salón del Trono de Daenerys, entre otros escenarios familiares de los Siete Reinos y más en ambas ciudades. También Pola se merece una mención: es conocida por sus espectaculares ruinas de la Antigua Roma, que incluyen un anfiteatro especialmente bien conservado.
Entre las impresionantes maravillas naturales de Croacia está el Parque Nacional de los Lagos Plitvice, protegido por la Unesco. Explora esta reserva forestal caracterizada por 16 lagos adosados unidos a cascadas que terminan en un cañón. En definitiva, Croacia es un país maravilloso, especialmente aconsejable para los amantes de acampar que queráis plantar la tienda durante vuestro viaje por carretera.
4. Noruega
Si las altas temperaturas y la muchedumbre del sur de Europa te agobian, ¿por qué no escoges algún país del norte como Noruega? El país escandinavo es conocido por sus paisajes majestuosos: montañas, glaciares y, cómo no, fiordos. Muchos fiordos. No hace falta decir que los paisajes noruegos son un paraíso para los fotógrafos profesionales y amateurs, así como para los instagrammers. El paisaje glaciar de Sarkofagen te quitará el aliento. Por supuesto, también tienes que visitar Oslo, la capital del país y la ciudad del Premio Nobel de la Paz. La vegetación y el agua comprenden dos terceras partes de Oslo, lo que la convierte en una de las ciudades más verdes del mundo. Trolltunga y Preikestolen, dos de las maravillas naturales más icónicas de Noruega, también se merecen una visita.
5. Islandia
Si aun quieres ir más al norte, haz un viaje por carretera por Islandia. Aunque no te lo creas, se puede llegar a Islandia en coche desde el continente. Hay transbordadores que salen de Dinamarca y paran en las Islas Feroe, pero tardan de tres a cuatro días en hacer el trayecto, así que quizás es más fácil volar a Reykjavik y alquilar un coche allí. La capital de Islandia es fabulosa, pero los paisajes naturales son excepcionales… ¡Los seguidores de Juego de Tronos reconoceréis muchos sitios! La ruta del “Círculo Dorado” incluye parques nacionales, lagos y campos de lava. Tampoco te puedes perder Hveragerdi, el Parque Nacional de Vatnajökull y Selfoss.