Umbría. Una región de Italia bastante desconocida que nada tiene que envidiar a la Toscana. En la siguiente selección recorreremos algunos de los pueblos más bonitos de esta región italiana, poco conocida por los turistas en general, y que nada tiene que envidiar a la renombrada Toscana.
En estos pintorescos pueblos de origen etrusco abundan los palacios renacentistas, las ruinas romanas, las ciudadelas medievales y la buena gastronomía. A su alrededor maravillas de la naturaleza como colinas, lagos y valles que se forman a lo largo de la cordillera de los Apeninos.
Esta región es conocida como “el corazón verde de Italia” y así es. Una zona privilegiada en la que apenas vive un millón de habitantes. ¿Empezamos la ruta?
Perugia
La capital de la región será nuestro punto de partida. Este pueblo medieval es ideal para disfrutarlo sin prisa, caminando para descubrir sus rincones, y sin miedo a llegar hasta sus límites. Seguro que te encuentras con más de un mirador con espectaculares vistas, dignas de postal.
Perugia fue fundada por los etruscos, pero por desgracia solo queda, como reminiscencia de aquella época, el arco de las antiguas murallas. Sin embargo, se conserva el acueducto medieval que atraviesa una parte del centro, muchos de los edificios civiles y religiosos que datan de la Edad Media, y, por supuesto, grandes ejemplos de arquitectura renacentista. Pasear por Perugia es como recorrer la historia de nuestra civilización a través del tiempo.
La catedral parece muy sobria por fuera, pero te recomendamos hacer una visita, su interior te sorprenderá. Además, no te pierdas la Rocca Paolina, la estructura de la población subterránea sobre la que fue construida la Perugia de hoy en día.
Gubbio
Este es uno de los pueblos más hermosos de toda la región, y el más antiguo, puesto que los primeros asentamientos datan de la prehistoria. En época romana se constituyó como municipio y desde el año 416 es sede episcopal.
Del Teatro Romano, que tenía una capacidad de 6.000 espectadores, no queda mucho de lo que fue, pero merece la pena que nos acerquemos, por las vistas. Aunque es mejor durante la puesta de sol.
Tiene un monte desde el que contemplar la ciudad y sus pintorescos alrededores. Cuenta, además, con una basílica en lo más alto y si vas en Navidad, seguramente verás uno de los árboles de navidad más grandes del mundo.
El Palazzo dei Consoli es un bonito edificio medieval y el enclave más icónico de Gubbio. Tómate tiempo para visitar su interior, con hermosos pasadizos medievales, frescos de la época, y una rareza: retretes de la Edad Media. Sin embargo, ese paseo por la historia tiene una razón: que llegues hasta las “tablas eugubinas”, la Piedra Rosetta del alfabeto etrusco y la lengua umbra.
Assisi
Esta localidad, cuna de San Francisco de Asís, es el objetivo de peregrinación de muchos creyentes y religiosos. Este santo fue el fundador de la orden Franciscana y junto a Santa Catalina es el patrón de Italia. Pasea por sus calles empedradas, dejándote embargar por las imponentes casas medievales y numerosas basílicas e iglesias.
La Basílica de San Francisco de Asís, en la que podrás ver los frescos de Giotto, es una parada imprescindible.
Spoleto
La nutrida historia de la región se respira en cada rincón de este pueblo. Con unos orígenes que se remontan al 240 a.C. como colonia romana. A principios de la Edad Media incluso llegó a ser un ducado independiente, el Ducado de Spoleto.
La ciudad amurallada es digna de visitar, para disfrutar recorriendo sus callejuelas y tomar mil fotos del castillo de la Rocca y del acueducto romano. Existen ciertas rutas de trekking con las que recorrer los puntos clave de los alrededores de Spoleto. Una combinación única entre una actividad saludable y un paseo rodeado de belleza.
No te marches sin acercarte al Duomo, también llamada la Catedral de Santa María Assunta. En el interior podrás observar una carta auténtica de San Francisco de Asís.
Spello
Más que un pueblo, su densidad de habitantes la convierte en una pequeña ciudad, pero con un encantador aspecto medieval, y rodeada de sus murallas. Tres de las puertas son reminiscencias de la arquitectura romana. Una verdadera maravilla que podrás descubrir mientras visites sus iglesias, sin olvidar a Santa María Maggiore, en la que encontrarás unos hermosísimos frescos del pintor renacentista Pinturicchio .
A nivel gastronómico, toda Umbría te ofrece un alto nivel, en el que darás con más de una joya, pero en Spello el producto estrella es el aceite de oliva.
Castelluccio di Norcia
Esta bella localidad sufrió muchísimo con los movimientos sísmicos de 2016, puesto que se destruyó casi el 60% del pueblo, forzando a la evacuación de los habitantes e incluso cerrando el acceso por carretera. Hoy Castelluccio, más recuperado, sigue mostrándonos una de las más bellas postales de la región. Cuando las praderas de Pian Grande y Pian perdida se llenan de flores en junio y julio, es la época ideal para visitar este lugar único.
Orvieto
Esta ciudad amurallada está a lo alto de una colina de arcilla y toba volcánica. Su origen es etrusco y todavía quedan reminiscencias arquitectónicas, entre ellas, las galerías subterráneas. La localidad te ofrece muchos paisajes y rincones llenos de encanto, pero si quieres alejarte para observar el propio pueblo en todo su esplendor, acércate hasta “Il Belvedere di Orvieto”. Sin duda, un paseo que vale la pena.
Todi
Sobre el valle medio del Tíber se alza un pueblo, también de origen etrusco, como, prácticamente toda Umbría. Palacios góticos, iglesias y otros templos harán que tu visita se convierta en un desfile cargado de arte e historia.
Umbría está llena de rincones mágicos, de paisajes de ensueño y de pueblos encantadores que no cabían en este artículo pero te animamos a que los descubras por tus propios medios. ¡Este viaje no te defraudará!