Desde los pueblos de montaña de Chipre hasta las comunidades bereberes de Marruecos, descubre siete localidades donde el tiempo parece haberse detenido.
Hay lugares en el mundo donde se respira un aire diferente, donde la vida fluye lentamente y en los que el tiempo parece haberse detenido hace mucho. Es aquí donde se conservan las tradiciones más antiguas y el espíritu más auténtico de cualquier destino de viaje. Ya sean pueblos abandonados en los que nada ha cambiado a lo largo de los años, yacimientos arqueológicos que relatan la historia de la humanidad o aldeas rurales en las que la globalización no tiene cabida… visitar estos lugares es una experiencia difícil de olvidar.
Sigue leyendo para descubrir 7 lugares que han esquivado el paso del tiempo.
1. Los pueblos en las montañas de Troodos (Chipre)
La principal cadena montañosa de Chipre es Troodos. Esta cordillera se extiende por la parte suroeste de la isla y su pico más alto, el monte Olimpo, alcanza los 1952 metros de altura. Además de ser un destino popular para practicar senderismo y hacer excursiones por la naturaleza, en estas montañas también se pueden visitar edificios religiosos, lugares históricos y pueblos con siglos de historia a sus espaldas. Aquí se encuentran numerosos monasterios, como el famoso monasterio de Kikkos, y el conjunto arquitectónico de las iglesias pintadas, declarado Patrimonio de la Humanidad en 2001. El monasterio de Agios Ioannis Lampadistis es un espléndido ejemplar y un popular destino turístico. Esta iglesia a orillas del río ya no está en uso, pero conserva maravillosos frescos de la época bizantina.
Para descubrir el modo de vida rural y tradicional chipriota, te aconsejamos que visites los pueblos de la montaña de Troodos, llegando hasta las localidades más remotas. Uno de ellos es Omodos, la «capital del vino» del país. ¿Sabías que aquí se produce el Commandaria, el vino dulce más antiguo del mundo? A pesar de ser un destino bastante conocido, el pueblo ha conseguido mantener intacto su carácter más tradicional y auténtico. Por su parte, en Lefkara, el arte de la orfebrería y el encaje se ha ido transmitiendo de generación en generación. En Platanisteia no deberías perderte el museo de la imprenta, que cuenta una historia muy antigua. Por último, Lofou es el menos conocido y, precisamente por eso, el más auténtico.
Experiencia recomendada: Tour por los pueblos de Troodos con visita al Monasterio de Lampadistis
2. Kayakoy, el pueblo fantasma (Turquía)
¿Se te ocurre algún lugar más fascinante que un pueblo abandonado? ¡A nosotros no! Sobre todo si dicho pueblo está enclavado en un hermoso paisaje de gargantas, bosques de pinos y fragantes huertos. Kayakoy es un pueblo deshabitado situado a 8 km del centro de Fethiye, una hermosa localidad costera en Turquía. Aquí, el tiempo se detuvo en 1923, cuando los últimos habitantes de habla griega fueron evacuados de forma permanente, sin que se les permitiera poder regresar. Desde entonces, los residentes turcos de la zona han preferido instalarse a los pies de la montaña, dejando el pueblo de la colina totalmente desierto.
En la actualidad, Kayakoy se ha convertido en un auténtico museo al aire libre, con una atmósfera casi surrealista. Hay más de 500 casas de piedra en ruinas y dos iglesias ortodoxas griegas. Si quieres profundizar en la intrincada historia del pueblo, puedes visitar el museo privado. Tampoco deberías perderte la antigua fuente del siglo XVII situada en la plaza central.
Experiencia recomendada: Visita guiada al pueblo fantasma de Kayakoy y trayecto en teleférico al monte Babadag
3. Palea Peritheia, el antiguo pueblo bizantino (Corfú, Grecia)
Una de las mejores cosas que hacer en Corfú es, sin duda alguna, visitar sus pueblos, lugares con una larga historia en los que las tradiciones han permanecido intactas a lo largo de los siglos. Agios Mattheos es uno de los más antiguos y al no ser un destino turístico, ha conservado toda su autenticidad. En Avliotes, por su parte, podrás disfrutar de unas hermosas vistas de la isla. Por último, Pelekas se encuentra en uno de los picos más altos de Corfú, y ha preservado el estilo arquitectónico típico de la zona.
Pero si hay un pueblo que no debería faltar en tu itinerario de viaje ese es Palea Peritheia, la antigua Paritheia. Este pueblo semiabandonado se encuentra en la ladera del monte Pantocrator y conserva una atmósfera muy especial, suspendida en el espacio y el tiempo. Aquí todo ha permanecido inalterado, y gran parte de la estructura y la arquitectura se remontan a la época bizantina. Tras el desastroso terremoto de 1953, el pueblo quedó prácticamente deshabitado, a excepción de una antigua taberna familiar. Sin duda, el lugar perfecto para hacer una pausa durante tu visita.
Experiencia recomendada: Excursión por Corfú con visita a la antigua Paritheia
4. Ormana, el tesoro escondido de Antalya (Turquía)
Ormana es un pueblo situado a los pies de la cordillera del Tauro, no muy lejos de la ciudad de Antalya. Inmerso en un paisaje natural encantador, es el destino ideal para practicar senderismo y hacer excursiones a pie. Con un poco de suerte, podrás ver los caballos salvajes de la zona en su hábitat natural.
Pero este pueblo histórico es famoso sobre todo por sus casas, que te harán retroceder cientos de años atrás. Las llamadas «button houses» tienen unos 300 años de antigüedad y fueron construidas durante la época otomana. La arquitectura de estos edificios se caracteriza por las vigas de madera que se repiten a intervalos regulares. Para su construcción se utilizó madera de cedro del Líbano, que crece en las montañas del Tauro. Se trata de edificios únicos, que no encontrarás en ningún otro lugar de Turquía ni del mundo.
Experiencia recomendada: Visita guiada en grupo reducido a Ormana y a la cueva de Altinbesik
5. Los pueblos del noroeste de Tenerife (España)
Si quieres descubrir el lado más auténtico de Tenerife, dirígete al noroeste de la isla. Esta zona se caracteriza por los paisajes agrestes del parque rural de Teno y está salpicada de hermosos pueblos remotos enclavados en las montañas. Aquí podrás pasear por calles cargadas de historia, degustar deliciosos productos locales, descubrir las tradiciones canarias y disfrutar de la calma, lejos del bullicio de las localidades más turísticas.
Garachico es una visita obligada. El que fuera el principal puerto de Tenerife, es hoy en día un pequeño pueblo de pescadores con mucho que contar. En el siglo XVIII, una erupción volcánica casi arrasó Garachico por completo. Con el paso de los años, el pueblo resurgió de sus cenizas y en la actualidad es un destino muy popular, gracias a sus piscinas volcánicas naturales y a su encanto imperturbable. Otro de los pueblos más antiguos de la isla es Icod de Los Vinos, y se cree que su famosos Drago Milenario tiene al menos 300 años. Y, por supuesto, no podemos dejar de mencionar el pueblo de Santiago del Teide, que además de ofrecer unas hermosas vistas, es el punto de partida ideal para hacer una excursión a los espectaculares acantilados de Los Gigantes.
Experiencia recomendada: Tour por los rincones secretos del noroeste de Tenerife
6. Los pueblos de montaña de Cos (Cos, Grecia)
Cos es una de las mejores islas del Mediterráneo para ir de vacaciones en verano. Pero más allá del mar color turquesa, el sol a raudales y las fuentes termales, Cos esconde un lado más rural y auténtico, donde el tiempo parece haberse detenido hace años. Durante tu viaje, además de descubrir las animadas ciudades costeras, dedica unos días a explorar las montañas del interior. Aquí encontrarás pueblos tradicionales y hermosos senderos en plena naturaleza. Uno de los más interesantes es el pueblo de Zia, en las laderas del monte Dikeo. Aquí todavía se conservan las casas tradicionales y los habitantes se pueden contar con los dedos de una mano. Gracias a su posición privilegiada, las vistas desde Zia parecen extenderse hacia el infinito, llegando hasta la costa de la vecina Turquía. Y como era de esperar, las puestas de sol son un auténtico espectáculo. Si te apetece hacer una ruta a pie, hay un sendero que te lleva desde el pueblo hasta la cima del monte Dikeo, a 846 metros sobre el nivel del mar. También merece la pena visitar Antimachia, con su fortaleza veneciana; Asfendiou, con sus hermosas basílicas; y Pyli, donde se encuentra la tumba del héroe Charmylos.
Por último, para adentrarse de lleno en la antigua Grecia, es imprescindible visitar el yacimiento arqueológico de Asclepion. De hecho, es uno de los sitios arqueológicos más importantes del país. En sus inicios era un centro curativo, construido para difundir las enseñanzas de Hipócrates, el padre de la medicina. Durante el recorrido, pasearás entre las ruinas que han hecho historia en el mundo de la ciencia y la medicina, caminarás a la sombra del centenario Árbol de Hipócrates y admirarás los restos de los templos dedicados a Asclepio y Apolo. ¿Qué más se puede pedir?
Experiencia recomendada: Visita guiada al yacimiento arqueológico de Asclepion, a Zia y a Kefalos
7. Pueblos bereberes en el Atlas (Marruecos)
La cordillera del Alto Atlas, que alcanza una altura máxima de 4167 metros con el monte Toubkal, es un destino muy popular entre los senderistas y excursionistas de montaña. Los senderos son duros, largos y transcurren en plena naturaleza, inmersos en el mayor de los silencios. Es precisamente aquí donde se encuentran los pueblos bereberes, que hasta hace poco estaban completamente aislados. Son comunidades autónomas dentro de Marruecos, con costumbres y tradiciones muy diferentes a las del resto del país. En estos pueblos, las casas se construyen con piedra y tierra batida, y la electricidad no llegó hasta 2001. La población es orgullosa y hospitalaria y las técnicas agrícolas que utilizan son las mismas desde hace generaciones. Estas comunidades están fuera de las rutas turísticas más habituales, pero es posible llegar a ellas con tours organizados dirigidos por guías expertos. Una experiencia única que no olvidarás jamás.
Experiencia recomendada: Visita guiada por los pueblos bereberes del Alto Atlas con taller de cocina
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