Recorremos las ciudades más bonitas de Italia, desde Florencia a Trieste, pasando por Verona, Padua, Bolonia, Nápoles…
Italia siempre apetece. Es uno de esos países al que viajar una y otra vez, donde casi casi nos sentimos como en casa. Gracias a su cercanía —geográfica y cultural—, cualquier excusa es buena para escaparnos a visitar sus pequeños pueblos, sus lugares más emblemáticos y, cómo no, gozar de la excelente gastronomía italiana.
A continuación recorremos las ciudades más bonitas de Italia, desde Florencia a Trieste, pasando por Verona, Padua, Bolonia, Nápoles… No te vamos a pedir que elijas una, porque es imposible: quédate con todas.
1. Florencia
También denominada “la Atenas de la Edad Media” por ser la cuna del Renacimiento, Florencia es un espectáculo por su belleza y su historia. Las reducidas dimensiones de la capital toscana, a orillas del río Arno, te permitirán recorrerla a pie: a cada paso encontrarás un museo, un palacio o una iglesia medieval que admirar. Las paradas indispensables en tu recorrido por Firenze deberían incluir el puente Vecchio, el Duomo de Santa Maria dei Fiore, la Galería de los Uffizi y la Galería de la Academia.
2. Venecia
El noreste de Italia no sería lo mismo sin Venecia. En efecto, es la joya de la región véneta, una ciudad flotante que hechiza. Aquí las calles se sustituyen por canales y los coches, por góndolas y barcos. ¿No parece increíble? La Serenissima rebosa magia en cada rincón pese a su carácter eminentemente turístico. Empieza tu ruta en la majestuosa plaza de San Marcos, piérdete por el entramado de callejuelas de Venecia y continúa hacia el puente de Rialto mientras haces tiempo para dar un paseo en góndola al atardecer.
3. Roma
La Ciudad Eterna brinda un romántico viaje al pasado a través de tres milenios de historia palpables en su rico legado artístico y arquitectónico. No faltan las ruinas del antiguo Imperio Romano, testimonios de la primera gran urbe que existió, como tampoco cantidad de museos que exponen verdaderos tesoros y, por descontado, una oferta gastronómica de la que disfrutar sin parar. Entre gelato y gelato, pasa por el Coliseo, los Museos Vaticanos, el Foro Romano, la piazza Navona, la fontana di Trevi… Te será imposible no rendirte a los encantos de Roma.
4. Trieste
A orillas del mar Adriático, tocando Eslovenia, encontramos Trieste. Como capital de la región Friuli-Venezia Giulia, Trieste cuenta con un importante puerto y, en parte por esto, siempre ha sido un punto de mezcla entre la cultura mediterránea y la del Europa del Este. Lo verás plasmado, por ejemplo, en la colección de iglesias esparcidas por la ciudad, tanto ortodoxas como católicas. No te pierdas tampoco la plaza de la Unidad de Italia, el castillo de Miramare, la sinagoga ni el área del Borgo Teresiano.
5. Verona
El romanticismo de Italia se condensa en Verona, al noreste de Italia, cuna de una de las mayores historias de amor de todos los tiempos. La ciudad de Romeo y Julieta rezuma pasión. Desde la Arena al Museo de Castelvecchio pasando por el Giardino Giusti y la plaza dei Signori, sin olvidar la famosísima Casa de Julieta, Verona ofrece un escenario de ensueño que, sorprendentemente, solo se encuentra a 30 km del magnífico lago de Garda.
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6. Padua
También en la región del Véneto se sitúa Padua, con Venecia a tan solo 40 km de distancia. Padova, como la llaman en italiano, es la ciudad más antigua del norte de Italia, y alberga una histórica universidad fundada en el año 1222 de la que Galileo Galilei fue profesor. El lado más pintoresco de Padua se puede apreciar visitando la capilla Scrovegni (con frescos de Giotto), el palacio de la Ragione, la plaza dei Signori y algunas de sus incontables villas vénetas, como Villa Molin y Villa Mandriola.
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7. Bolonia
La capital de la región Emilia-Romaña se sitúa cerca de los Apeninos, entre el río Reno y el Savena. El gran casco antiguo de Bolonia destaca por sus numerosos arcos medievales, que también están presentes en la plaza Maggiore, donde se puede contemplar la Basílica de San Petronio. Bolonia es conocida también como “la Dotta” por su tradición académica, puesto que ya en la Edad Media acogió en su prestigiosa universidad a intelectuales de toda Europa.
8. Perugia
Perugia se sitúa en el centro de la bota italiana. Como capital de Umbría, Perugia es una ciudad universitaria que destaca por su arte, plasmado en un rico legado etrusco, monumentos medievales y múltiples mansiones renacentistas. Al estar situada en una colina a 450 metros sobre el nivel del mar, las vistas desde su punto más alto, Porta Sole, son una parada obligada. Vale la pena también salir de la ciudad para gozar más de cerca de los magníficos paisajes de la región de Umbría.
9. Siena
Volvemos a la Toscana para visitar Siena. Dicen de ella que es la hermana pequeña (y simpática) de Florencia. En efecto, Siena desprende calidez, con un centro histórico por el que dar un agradable paseo a través de Piazza del Campo, el Museo de la Ópera, la Pinacoteca Nazionale, Fonte Gaia, los museos de Santa Maria della Scala y, por descontado, el Duomo. ¿Sabías que el Palio, una de las competiciones de caballos más conocidas internacionalmente, se celebra en Siena?
10. Nápoles
Cerca de interesantes puntos como Capri y Pompeya, pero un destino en sí misma, Nápoles hay que vivirla. La densidad de la capital de la Campania es como una inyección de adrenalina: atento al subidón que te provocará. Caótica y salvaje, Nápoles esconde asimismo una arquitectura bellísima. Que la cantidad de escúteres de sus calles no te asuste: habitúate al bullicio paseando por el mercado de Porta Nolana o el de La Pignasecca, y luego visita el Teatro San Carlo. Pero sobre todo: hínchate a pizza, por algo Nápoles es su cuna.