Te contamos unos cuantos trucos para irte de vacaciones durante 10 días con solo una maleta de mano
Mis mayores miedos cuando viajo son perder el vuelo y no ver mi maleta en la cinta cuando voy a recogerla. Para lidiar con lo primero, obligo a mis acompañantes a llegar al aeropuerto con unas cuantas horas de antelación (¡para esto está el duty free!). En cambio, no hay mucho que pueda hacer para lidiar con lo segundo, excepto cruzar los dedos y estar bien atenta desde el momento en que suena la sirena y empieza a salir el equipaje por la cinta.
No obstante, hay otra opción que aliviaría mi ansiedad: viajar solamente con equipaje de mano. Sé que es algo fácil de decir pero difícil de hacer. Ya es lo bastante complicado llevar solo equipaje de mano para pocos días (aunque por suerte esto ya está más que superado), así que para 10 días, por ejemplo, supone un reto extremo, ¡un reto que estoy dispuesta a desafiar!
El temible momento de recoger el equipaje de la cinta
Después de meticulosas investigaciones y de hablar con varios expertos, he recopilado una lista que aúna consejos para los aspectos tanto teóricos como técnicos de ir solamente con equipaje de mano en un viaje de 10 días.
A continuación están las claves para llegar a ser un preparador de maletas de mano profesional y empezar a viajar ligero de equipaje.
1. Organiza los atuendos con racionalidad
Es muy importante ser tanto analítico como racional, ya que no sirve de nada dejarte llevar por la emoción y poner en la maleta ese vestido de tul parecido al que llevaba Sarah Jessica Parker en Sexo en Nueva York, o la camisa hawaiana que te compraste hace cinco años y que aún no has estrenado. Si tienes prendas que no llevas desde hace tiempo, seguramente tampoco encontrarás el momento de ponértelas durante tus vacaciones. Por lo tanto, escoge ropa que te pongas a menudo para no llevarte sorpresas cuando llegues a destino. Además, ¡planea tus atuendos con antelación! La camisa roja con los vaqueros y los zapatos negros para el miércoles o la falda negra con el jersey verde para el jueves.
2. Céntrate en los accesorios y en atuendos que te sirvan de la mañana a la noche
Ya que contamos con poco espacio y 10 días son muchos, debes llevarte ropa que sea adecuada tanto de día como de noche. El objetivo es pasear por los museos con ropa cómoda e ir arreglado por la noche sin dar el cante (otra razón por la que deberías dejar en casa el vestido de Carrie Bradshaw y la camisa hawaiana). Para conseguirlo, los accesorios se van a convertir en tus mejores aliados: ocupan muy poco, caben en los huecos de la maleta y pueden transformar completamente un par de vaqueros y una camiseta blanca.
Elige racionalmente y planea tus atuendos con antelación
3. Presta atención a los colores
Pasteles, verdes, marrones, negro total o azul marino… elige una paleta de colores para tu armario viajero. Así, solo necesitarás un bolso, un par de zapatos, un jersey y una sudadera para todos tus conjuntos (y además no parecerás un payaso).
4. Los materiales cuentan
Lo ideal es poner ropa ligera en la maleta que se pueda llevar y doblar sin consecuencias fatales. Por ejemplo, los pantalones de lino no son una buena opción porque van a parecer un trapo al poco rato de ponértelos, y ni hablemos de cómo van a quedar dentro de la maleta. Es mejor optar por prendas como vaqueros, leggings y camisetas ajustadas.
5. Lleva unos zapatos de recambio (razonables)
Si tienes previsto pasar mucho tiempo andando entre tours y museos, llévate dos pares de zapatos cómodos. Andando tanto todos los días, tus pies van a necesitar un cambio de calzado aunque lleves los zapatos más cómodos del mundo. Llévate zapatillas, zapatos con cordones o botas de tacón medio que también te puedan servir de noche. Los zapatos de vestir y los tacones de aguja no hacen falta (a menos que vayas a acudir a una gala, claro).
Presta atención a las texturas y a los colores que te llevas
6. Lleva lo mínimo en el neceser
El tema del neceser siempre es delicado. Todos tenemos productos a los que no queremos renunciar ni aunque sea por unos días. Pero aquí, más que en el resto, la clave es el minimalismo. Los frascos no se pueden chafar ni cambiar de forma, y también debes tener en cuenta el límite de los 100 ml. Una estrategia bastante radical (que personalmente apruebo) es invertir en champú, gel de baño y pasta de dientes una vez llegues a destino y dejarlos ahí. Si no puedes estar 10 días sin tu champú de lavanda provenzal para cuero cabelludo seco y delicado, tendrás que priorizar y quizás dejar en casa el kit para smokey eyes o el after-shave.
7. Elige la técnica de doblado que sea más adecuada para ti
Hay varias escuelas de pensamiento en cuanto al método ideal para doblar la ropa y ponerla en la maleta. Además de lo que ya hemos hablado, existe el enrollado y el que utiliza fundas, cubos o compartimentos. Escoge el que te parezca más práctico y fácil (¡no a todos se nos da bien doblar camisas!) y recuerda siempre de llevar puesto lo que ocupe más.
El método del enrollado es uno de los más populares, pero escoge libremente el que te guste más
8. Consejo pro
Comprueba lo que hay en tu habitación de hotel o apartamento. A menudo nos llevamos secador de pelo, toallas y otros artículos que ocupan un espacio muy valioso cuando ya están incluidos en el alojamiento.