Playas de ensueño, cañones espectaculares y una deliciosa gastronomía. Descubre las mejores cosas que ver y hacer en Creta en una semana.
Creta, la mayor de las islas griegas, es un popular destino de vacaciones. Gracias a su rica historia y a su diversidad paisajística, además de relajarse en la playa, es posible disfrutar de un sinfín de actividades, como por ejemplo practicar senderismo, hacer una degustación enogastronómica o visitar monumentos y lugares de interés, entre otras muchas experiencias.
Pero, teniendo en cuenta el tamaño de la isla y la enorme oferta cultural y de ocio, ¿sabes cuáles son las cosas imprescindibles que hay que ver sí o sí en una semana?
¡Qué no cunda el pánico! ¡Estamos aquí para ayudarte! Echa un vistazo a nuestro itinerario de 7 días con las actividades imperdibles desde Heraclión hasta Elafonisi. Y no te preocupes, en nuestro programa de viaje hemos dejado tiempo suficiente para que puedas relajarte en las preciosas playas de la isla, que nada tienen que envidiar al mismísimo Caribe.
Sigue leyendo para descubrir qué visitar en Creta en una semana:
Día 1: Heraclión y el Palacio de Cnosos
Lo más probable es que aterrices en Heraclión. La capital de la isla es un punto de partida perfecto para comenzar a explorar Creta. Tómate tu tiempo para visitar el centro histórico, las murallas, el puerto con la fortaleza veneciana, y disfruta del primer almuerzo cretense. Si tienes tiempo, cuando apriete el calor, acércate hasta el Museo Arqueológico, ¡vale la pena!
Después, es hora de visitar el Palacio de Cnosos, la atracción más famosa de la isla y una de las más fascinantes de Grecia. El sitio arqueológico se encuentra fuera de la ciudad, pero se puede llegar fácilmente a él en unos 15 minutos en coche o con el autobús que sale del centro. Se trata de una antigua ciudadela construida en 1700 a. C., un testimonio único del arte y la cultura de la antigua civilización minoica. Aunque los frescos que se pueden ver hoy en día son reproducciones, sigue siendo una experiencia imprescindible.
Te recomendamos que hagas una visita guiada en grupo pequeño para conocer a fondo la historia y las leyendas del Palacio de Cnosos, y apreciar plenamente todos los detalles del mismo.
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Día 2: historia y relax en Spinalonga
El segundo día lo dedicaremos a explorar la isla de Spinalonga, el lugar más al Este que visitaremos durante este viaje. Spinalonga es una isla deshabitada, en la que podrás ver una majestuosa fortaleza veneciana en excelente estado de conservación. La isla tiene una larga y turbulenta historia, ya que además de haber sido un asentamiento estratégico, también albergó una colonia de leprosos durante años. Gracias a este fascinante legado histórico y al encantador entorno natural, no es de extrañar que sea uno de los lugares más populares de Creta.
Durante tu visita, podrás recorrer el perímetro de la isla, caminar entre las ruinas del antiguo asentamiento, del viejo hospital y del teatro. Y, por supuesto, también tendrás tiempo para relajarte. La isla se encuentra en una bahía espléndida con aguas cristalinas, así que puedes aprovechar para pasar un rato en la playa de Spinalonga o, si lo prefieres, puedes volver a la playa de Plaka y darte un chapuzón con la fortaleza como telón de fondo.
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Día 3: visita Rétino y haz un tour al atardecer
Rétino es una ciudad histórica y de veraneo con un ambiente relajado y alegre. Durante tu tercer día en Creta, aprovecha para visitar su centro histórico, donde todavía puede verse el legado de la época otomana y veneciana. También es el lugar perfecto para ir de compras. No te pierdas la fortaleza veneciana, y si tienes suerte, quizás puedas asistir a algún concierto o evento al aire libre.
Después, tómate un merecido descanso en la playa de la ciudad o en alguna de las hermosas playas de los alrededores.
Para finalizar la jornada, explora la zona interior de Creta haciendo un safari al atardecer en todoterreno. Partiendo de la ciudad, dejarás la costa atrás para adentrarte en las colinas, desde donde podrás disfrutar de unas hermosas vistas panorámicas. Y, después, nada mejor que una deliciosa cena a base de meze y vino.
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Día 4: saborea la gastronomía local
Otro de los grandes atractivos de Creta es la sabrosa gastronomía local, por eso te recomendamos que dediques al menos medio día a descubrir las delicias del territorio. Únete a un tour enogastronómico en la zona del interior, dedicado al aceite de oliva, al vino y a los pueblos tradicionales. Podrás visitar y degustar los productos de una bodega local y de un productor de aceite de oliva. El recorrido también pasa por el monasterio Vosakou, uno de los más bonitos de la isla, y finaliza con un rico almuerzo tradicional.
Y después…. ¡toca descansar!, ya sea en la playa o tomando el sol en la piscina.
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Día 5: relájate en la playa de Elafonisi
Las playas de Creta son realmente fantásticas, y una de las más famosas es la de Elafonisi. Conocida por su arena blanca con tonos rosáceos y sus aguas cristalinas, Elafonisi es un auténtico paraíso. Frente a la playa hay un pequeño islote, al que, dependiendo de las mareas, se puede llegar caminando por un istmo de arena o por el mar. Si te apetece relajarte en la playa y explorar la isla, te recomendamos hacer una excursión organizada por Elafonisi, que incluya una visita a la cueva de Agia Sophia y al monasterio de Chrissoskalitissa.
Al atardecer dirígete a Canea, la tercera ciudad más grande de Creta. Aquí podrás cenar en un restaurante en el casco antiguo, pasear por el hermoso puerto veneciano y tomar una copa con vistas al mar.
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Día 6: la garganta de Samaria
¡Es hora de lanzarse a la aventura! La garganta de Samaria es un parque nacional realmente fascinante, y precisamente allí se encuentra el famoso sendero de 13 km por el cañón. Se trata de un recorrido bastante largo, pero es todo cuesta abajo y te garantizamos que ¡vale la pena! La ruta comienza en el pueblo de Omalos y termina en Agia Roumeli, desde donde se puede coger un ferry de vuelta. Caminarás entre altas paredes rocosas, pasando por pueblos abandonados y atravesando la parte más estrecha de la garganta, conocida como «Puertas de Hierro». Lleva agua, comida y calzado cómodo.
Una vez llegues a Agia Roumeli, puedes refrescarte en la playa mientras esperas el ferry, o disfrutar de un merecido almuerzo en una taberna.
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Día 7: pasa el día en Falassarna
El último día, relájate en la playa de Falassarna, una de las playas más bellas en la zona de Canea. Falassarna es un área protegida con dunas de arena blanca y un mar transparente. Es una playa virgen pero bien equipada, con chiringuitos y sombrillas, ideal para disfrutar de unas horas de relax total.
Si prefieres un plan más movido, te recomendamos un tour que combine una cata de vino y aceites con tiempo libre en Falasarna.
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