Si eres de los viajeros que no conciben una habitación sin bañera, un hotel sin piscina o un verano lejos del mar, con la lista de termas de ensueño que hemos preparado te van a entrar ganas de coger el bañador y salir a descubrir nuevos destinos a través de sus fuentes termales, auténticos spas de aguas medicinales enclavadas en entornos naturales sin igual.
Con estos jacuzzis naturales no solo disfrutarás de un hidromasaje relajante sino que además te beneficiarás de todas las propiedades terapéuticas que poseen sus aguas ricas en minerales, ¡todo esto en un escenario privilegiado!
1. Laguna Azul, Islandia
La Laguna Azul es una de las atracciones más visitadas de Islandia, y entendemos muy bien por qué. Cuando llegues, desearás que el tiempo se pare para poder contemplar para siempre el color turquesa que te rodea. La laguna se encuentra en un campo de lava a 30 minutos de Reykjavík y contiene agua de origen geotérmico que se encuentra a unos 38º de temperatura. Rica en sílice y azufre, esta agua medicinal ayuda a combatir enfermedades cutáneas como la psoriasis. Aparte, el vapor del agua ayuda a deshacerse de las toxinas acumuladas y hasta hay fango de sílice disponible para aplicarte a modo de mascarilla facial. En definitiva, un destino wellness en mayúsculas.
2. Pamukkale, Turquía
Si creías que la piscina infinita del último hotel en el que te alojaste era lo más, es que aún no has visitado Pamukkale. Esta formación geológica apodada castillo de algodón surgió a raíz de unos movimientos tectónicos que nos regalaron unas fuentes de aguas termales que ni Walt Disney se hubiera imaginado. Por si fuera poco, están ubicadas justo debajo de las ruinas de la antigua ciudad grecoromana de Hierápolis. Con un agua rica en calcio y bicarbonato, la paleta de tonos claros que ofrecen las termas de las 17 piscinas contiguas de Pamukkale te va a hechizar. Aquí sanarás cuerpo y alma.
3. Termas de Saturnia, Italia
A estas alturas no hay que convencer a nadie de que la Toscana lo tiene todo para unas vacaciones perfectas. Y como muestra un botón: más allá de los ondulados paisajes de viñedos y de la luz cálida de sus románticos atardeceres, existe un lugar imperdible en el que relajarte: las termas de Saturnia. Aquí, las cascadas del Mulino formaron piscinas al caer sobre las rocas travertínicas, brindando un espacio de relajación que al mismo tiempo ofrece propiedades terapéuticas gracias a sus aguas sulfurosas.
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4. Termas de Polques, Bolivia
Las aguas termales de Polques se encuentran en una zona volcánica cerca de la frontera con Chile, en el pueblo de Chalviri. En este mágico enclave, se puede disfrutar de un baño medicinal con un agua a una temperatura de 29 grados. Además de evadirte, podrás aliviar problemas articulares como la artritis de forma natural gracias a las propiedades curativas de sus aguas.
5. Termas Széchenyi, Hungría
Budapest acoge las mayores termas de toda Europa: son las termas Széchenyi, que con su estilo neogótico desde 1913 forman un gran centro de bienestar en el que encontrarás piscinas exteriores e interiores, saunas, servicio de masajes y hasta un hospital de día. Las aguas de las termas, que varían de los 28º a los 40ºC, contienen calcio, magnesio y cloruro, entre otros componentes que contribuyen a sanar un buen número de dolencias. Para una experiencia sublime, te recomendamos acudir por la noche, cuando fuera hace un frío que pela.
6. Champagne Pool, Nueva Zelanda
En las antípodas también cuentan con aguas termales que hay que ver para creer, solo hace falta fijarse en la denominada piscina del champán, un lago de la región de Waikato (Isla Norte de Nueva Zelanda). Con un alto contenido en dióxido de carbono, este lago debe su nombre a las grandes burbujas que salen del agua debido a este gas. Aunque aquí no se puede nadar, la belleza cromática que brinda este sitio te bastará para relajarte.
7. Khir Ganga, India
Para llegar a las termas del pequeño pueblo de Khir Ganga, en Himachal Pradesh, hay que andar unas cuatro horas por un camino bastante exigente, pero te aseguramos que la excursión vale la pena. Con unas magníficas vistas al Himalaya, este enclave está abierto de marzo a octubre y hace siglos que es conocido por las propiedades curativas del agua, no solo a nivel físico sino también espiritual. Un pequeño retiro (hasta te puedes hospedar en las habitaciones o hacer camping) con un telón de fondo espectacular donde no falta el templo de rigor.
8. Onsen Takaragawa, Japón
Las aguas termales del Onsen Takaragawa se encuentran en un entorno idílico (en la ciudad de Minakami, a dos horas de Tokio), invitando al viajero en ruta por Japón a vivir una auténtica experiencia zen en medio de las montañas. Ahora situadas dentro de un complejo hotelero, las piscinas termales están abiertas las 24 horas del día, por lo que es especialmente recomendable bañarse a primera hora de la mañana para presenciar el despertar de la naturaleza o aprovechar el encanto que brinda la noche.
¿Te gustaría visitar estas piscinas termales? Echa un vistazo a nuestras actividades y experiencias: