Desde el punto de vista histórico y arquitectónico, España acumula multitud de puentes de gran relevancia.
Desde el puente Viejo de Besalú al puente de Triana de Sevilla, pasando por el puente de Piedra de Zaragoza al de San Juan de Gaztelugatxe, entre muchos otros, los ríos de la península son atravesados por construcciones impresionantes que no sorprendre que se hayan convertido en puntos de interés turístico. No en vano, muchos de los puentes mencionados a continuación gozan de distinciones como la de Patrimonio de Interés Cultural.
Nos vamos de ruta temática por puentes que se construyeron con el simple fin de poder cruzar un río y que se han convertido en obras de arte al aire libre: aquí tienes 10 de los puentes más bonitos de España.
1. Puente Nuevo de Ronda
La localidad malagueña de Ronda acoge uno de los puentes más espectaculares y conocidos del país. Con una altura de 98 metros, la construcción del mismo, que atraviesa el Tajo de Ronda, se comenzó en el año 1751 con el objetivo de renovar el demolido puente anterior y mantener unidos así el casco viejo de la ciudad con la parte nueva.
2. Puente Romano de Córdoba
El puente Romano de Córdoba, o puente Viejo, data del siglo I d.C. Cruza el río Guadalquivir y, con una longitud de 331 metros, en la actualidad es peatonal y cuenta con 16 arcos, aunque originalmente tenía 17. Formó parte de la Vía Augusta de la Antigua Roma y en 1931 fue declarado Bien de Interés Cultural.
3. Puente de Triana de Sevilla
Aunque su nombre oficial es puente de Isabel II, se conoce popularmente como puente de Triana, ya que une el centro de la ciudad con el barrio de Triana. Inaugurado en 1852, está construido también sobre el río Guadalquivir, en este caso a su paso por Sevilla. Hecho de hierro y piedra, tiene una longitud de 149 metros. Quizás te suene porque por él pasa la famosa procesión de Jueves Santo llamada La Madrugá.
4. Puente Romano de Cangas de Onís
El puente Romano de Cangas de Onís, o Puentón, está ubicado sobre el río Sella a su paso por la localidad asturiana de Cangas de Onís. Que su nombre no os engañe: ¡no es romano sino que data del siglo XIV! Muchos aseguran que simboliza la entrada a los Picos de Europa, ya que se sitúa a los pies de los mismos.
5. Puente de Piedra de Zaragoza
Sustituyendo un puente romano, actualmente en el mismo punto sobre el río Ebro encontramos el puente de Piedra de Zaragoza, que lleva en pie desde el siglo XV y fue declarado Bien de Interés Cultural por el Gobierno de Aragón en el año 2002. Con siete arcos y 225 metros de longitud, hoy en día este puente cuenta con carriles para autobuses, taxis y bicis.
6. Puente de San Juan de Gaztelugatxe
Este es uno de los puentes más singulares que podrás ver (y cruzar). La función de este original puente es unir la península (Vizcaya) con el islote de Gaztelugatxe. En esta pequeña isla está la ermita de San Juan Bautista, que podrás alcanzar para gozar de vistas magníficas tras subir 241 peldaños.
7. Puente del Caminito del Rey
El puente colgante del Caminito del Rey, en la provincia de Málaga, es uno de los puntos que merecen más la pena de la ruta que lleva el mismo nombre. Este recorrido, que cruza el desfiladero de los Gaitanes mediante 3 km de pasarelas (más 4,8 km de accesos), cuenta con tramos vertiginosos: uno de ellos es el puente colgante de 105 metros de altura que cruza el río Guadalhorce.
8. Puente romano de Alcántara
Una bonita muestra de arquitectura romana es la que ofrece el puente de Alcántara, en Cáceres, con seis arcos y un arco de Trajano. Se empezó a construir en el año 104 sobre el río Tajo y aun goza de un muy buen estado de conservación. Fue declarado Monumento Nacional en 1924.
9. Puente Viejo de Besalú
En la localidad catalana de Besalú encontramos un bello puente medieval, el denominado puente Viejo. Levantado sobre el río Fluvià entre el siglo XI y XII, la construcción es el símbolo indiscutible del municipio y, a su vez, ha servido de telón de fondo para un buen número de largometrajes. En realidad, Besalú entero es un escenario medieval de ensueño.