¿Te apetece irte de roadtrip pero no dispones de mucho tiempo para organizarlo? Pues sigue leyendo, porque en este artículo te proponemos el viaje por carretera perfecto por el sur de España, concretamente por la sierra de Cádiz: se trata de la ruta por los Pueblos Blancos de Cádiz.
Los Pueblos Blancos de Cádiz son un conjunto de 19 localidades unidas por el color blanco de la cal que recubre las fachadas de sus casas. Son Arcos de la Frontera, Bornos, Espera, Villamartín, Algodonales, El Gastor, Olvera, Torre-Alháquime, Setenil de las Bodegas, Alcalá del Valle, Prado del Rey, El Bosque, Ubrique, Benaocaz, Villaluenga del Rosario, Grazalema, Benamahoma, Zahara de la Sierra y Algar. En Musement hemos elegido ocho de estos pueblos caracterizados por su belleza y por su rico patrimonio arqueológico, y a continuación te explicamos por qué vale la pena visitarlos.
1. Setenil de las Bodegas
Haciendo frontera entre las provincias de Málaga y Cádiz, Setenil de las Bodegas es uno de los Pueblos Blancos que goza de más popularidad. Y no es de extrañar: la localidad está ubicada en un entorno de lo más pintoresco, pues sus calles están excavadas entre rocas. Por esta razón, Setenil cuenta con varias casas-cueva, algunas de las cuales son en la actualidad bares con terraza: no dejes de ir a tomar algo para maravillarte con el “techo” de roca.
2. Olvera
Una estampa blanca presidida por un majestuoso castillo del siglo XII será la grata sorpresa con la que te encontrarás al visitar Olvera. En esta localidad se sitúa el punto más alto desde el que poder gozar de una panorámica excelente sobre los Pueblos Blancos, no en vano Olvera es también conocida como “el balcón de los Pueblos Blancos”. Te recomendamos pasear por las callejuelas del encantador barrio de la Villa y visitar el santuario de Nuestra Señora de los Remedios.
3. Grazalema
Ubicado en el parque natural de la Sierra de Grazalema, las vistas de las que se disfruta al entrar en coche al pueblo por el puerto de montaña son de ensueño. Una vez en el municipio, te darás cuenta de que las casas encaladas de Grazalema conforman un escenario ideal para pasar una tarde entre tiendas de artesanía (hay piezas de cerámica fabulosas) y terrazas de bares, no sin antes haber visitado la iglesia de San José y la de Nuestra Señora de la Aurora.
4. Ubrique
Más allá de las casas blancas del pueblo, bonitas porque sí, de Ubrique es famosa su gastronomía, concretamente cabe destacar el queso de leche de cabra payoya y oveja merina como producto local con más renombre. Tienes que probarlo sí o sí cuando te pares en esta localidad, pues se trata de un queso de lo más selecto difícil de encontrar fuera de la sierra de Cádiz. Y es no es todo: ¿sabías que en Ubrique se trabajan las pieles curtidas que posteriormente se utilizan para fabricar accesorios de grandes marcas de moda como Dior y Gucci?
5. Benaocaz
A los amantes del senderismo les gustará saber que hay una bonita ruta desde Ubrique que resigue la antigua calzada romana hasta Benaocaz. Los que decidan llegar en coche directamente podrán deleitarse paseando por las calles empedradas del barrio nazarí y, por supuesto, con sus icónicas casas encaladas. Aunque Benaocaz cuenta con numerosos vestigios de origen árabe, una de las visitas de más interés es el castillo de Aznalmara.
6. Zahara de la Sierra
Una carretera de curvas conduce hasta Zahara de la Sierra, que se encuentra por la mitad de la ruta de los Pueblos Blancos de Cádiz. De esta localidad destaca el embalse del río Guadalete y sus vistas sobre él desde la parte más alta del pueblo, la Torre del Homenaje: la subida es exigente pero el panorama justifica el esfuerzo. Para compensar, luego siempre puedes darte un homenaje con los excelentes productos locales que encontrarás en las tiendas del pueblo, como la chacina.
7. Algodonales
El pueblo blanco de Algodonales tiene su origen en el periodo Neolítico, prueba de ello son los vestigios encontrados en las cuevas prehistóricas de la localidad. No obstante, a lo largo de la historia el municipio ha sufrido episodios de todo tipo: ocupaciones, saqueos, incendios… En la actualidad, Algodonales es conocido por ser la base desde la que practicar deportes de aventura como el parapente o el ala delta. Y hablando de volar, también se pueden observar buitres leonados desde La Muela.
8. Arcos de la Frontera
Arcos de la Frontera es el último pueblo que nos vamos a encontrar en la ruta de los Pueblos Blancos de Cádiz (o el primero, dependiendo del sentido del viaje) y uno de los más bonitos de toda España. En efecto, está ubicado en lo alto de un cerro, lo que automáticamente lo catapulta a una posición privilegiada frente al resto de Pueblos Blancos. Tras un paseo por el pueblo, una buena opción es comer en el restaurante del Parador Nacional: no solo te pondrás las botas sino que además podrás disfrutar de unas vistas maravillosas.
En Andalucia tenemos la gran suerte de poder tener unos pueblos maravillosos y poder disfrutar de sus encantos en cualquier época del año.