¿Estás buscando nuevos destinos para hacer turismo enológico? Echa un vistazo a estas 6 zonas vinícolas declaradas Patrimonio de la Humanidad.
El enoturismo o turismo enológico ha ido ganando adeptos en los últimos años. Los viajeros interesados en este tipo de experiencias, además de disfrutar de los maravillosos paisajes del destino elegido, siempre sacan tiempo para conocer a fondo la cultura del vino local, visitando bodegas y viñedos, recorriendo rutas del vino y, por supuesto, haciendo catas o degustaciones.
Elegir los mejores destinos para hacer turismo enológico es tarea complicada, pero hoy te traemos una selección de zonas vinícolas declaradas Patrimonio de la Humanidad que, sin duda, son un buen punto de partida. ¿Qué otras añadirías a la lista? Cuéntanoslo en los comentarios.
Borgoña, Francia
En 2015, la Unesco declaró Patrimonio de la Humanidad un conjunto de parcelas situadas en las laderas de Nuits y Beaune. Se trata de más de 1000 parcelas (o climats, en francés) perfectamente delimitadas; cada una de ellas, con su propia historia y hasta su ¡propio nombre! Sus afamados vinos son el resultado de las características naturales del terreno y del trabajo realizado por los viticultores para modelar las parcelas a lo largo de los siglos.
Un buen punto de partida para descubrir esta zona es Dijon, capital del antiguo Ducado de Borgoña, o Beaune, cuyo casco histórico es una auténtica maravilla. Desde ambas ciudades es posible realizar tours y excursiones para visitar los viñedos de la región.
Piamonte, Italia
Bajo el nombre «Paisaje vitícola del Piamonte: Langhe-Roero y Monferrato», cinco zonas vitivinícolas y el castillo de Grinzane Cavour pasaron a formar parte del Patrimonio de la Humanidad de la Unesco en 2014. Las zonas incluidas en este reconocimiento son la Langa del Barolo, cuna del vino Barolo, las colinas del Barbaresco, cultivadas principalmente con uva Nebbiolo, Canelli, famoso por sus vinos espumosos de Asti, Nizza Monferrato, considerada la capital del Barbera, y Monferrato, con sus peculiares infernot (bodegas excavadas en la roca a varios metros de profundidad).
Además del vino, los preciosos paisajes con pequeñas colinas repletas de viñedos y los pintorescos pueblos de la zona son un auténtico reclamo para los viajeros. Para sumergirte de lleno en la cultura vinícola del Piamonte, Alba o Asti son dos destinos ideales.
Alto Duero, Portugal
La tradición vitivinícola de esta región se remonta a más de 2000 años atrás y, hoy en día, los agricultores continúan utilizando técnicas de cultivo tradicionales. La zona, bañada por el río Duero, se extiende a lo largo de 13 municipios del nordeste de Portugal. Como en muchas otras regiones vinícolas, los viajeros no solo se acercan hasta aquí para conocer y saborear sus vinos, sino también para disfrutar del precioso paisaje del valle del Duero. Este destino es el lugar ideal para probar el famoso vino de Oporto, aunque si no te gustan los vinos fortificados, siempre puedes optar por los vinos de la denominación de origen controlada Douro.
Consejo: aprovecha tu escapada al Valle del Duero para visitar la ciudad de Oporto, créenos, ¡vale la pena!
Wachau, Austria
El valle de Wachau es el destino ideal para los que quieran alternar visitas culturales con catas de vinos. Esta zona, por la que discurre el río Danubio, fue declarada Patrimonio de la Humanidad en el año 2000, gracias a su riqueza arquitectónica y a su tradición agrícola. De hecho, junto con los numerosos monasterios y abadías presentes en el territorio, los viñedos en terraza a orillas del río son una de las señas de identidad de este valle austríaco. Si te gustan los vinos blancos secos, esta región es para ti.
Champaña, Francia
Una de las regiones vinícolas más glamurosas es, sin duda, Champaña, cuna del exclusivo champán francés. Además de los viñedos históricos de Aÿ, Hautvillers y Mareuil-sur-Aÿ, la Unesco incluyó en este bien cultural diferentes lugares relacionados con la producción de vino espumoso siguiendo el método champenoise, como por ejemplo la colina Saint-Nicaise de Reims y la Avenida de Champagne en Epernay. Descubre la red de galerías y bodegas subterráneas en la que todavía se fermenta el champán, visita bodegas tan prestigiosas como Moët & Chandon o Taittinger y déjate maravillar por los paisajes de la Champaña.
Consejo: si estás planeando un viaje a París, recuerda que muchos tours y excursiones por la Champaña parten de la capital francesa.
Lavaux, Suiza
La tradición vinícola en Lavaux se remonta al siglo XI, gracias a la labor realizada por las comunidades monásticas de los cistercienses y los benedictinos. En la actualidad, viajeros de todo el mundo se acercan hasta aquí para admirar los viñedos en terrazas a orillas del lago Lemán. Estas terrazas, apuntaladas por muros de piedra, se extienden desde Montreux hasta Lausana, y están cultivadas principalmente con uva Chasselas.
Si quieres descubrir esta bucólica región suiza, echa un vistazo a los numerosos tours y excursiones que parten de Lausana: desde catas de vinos hasta recorridos guiados que mezclan experiencias de degustación con visitas culturales a lugares tan emblemáticos como el castillo de Chillon.