Descubre 10 sitios nuevos, insólitos y sorprendentes en que quizá no hayas pensado como fuentes de inspiración para tu próximo viaje.
Son muchos los rincones del mundo que nos atraen y aún más los motivos por los que nos atraen. Los amantes de la arquitectura suelen elegir ciudades con edificios originales y diferentes, mientras que los amantes de la naturaleza prefieren visitar parques y zonas naturales. A algunos viajeros les gusta el arte y la cultura, mientras que a otros les gustan el misterio y las curiosidades.
A continuación compartimos una completa lista de lugares diferentes, raros y sorprendentes para animarte a viajar, amigo lector, y descubrir rincones únicos en los que quizá no hayas pensado.
1. El pueblo de Popeye (Malta)
En 1980 Disney y Paramount Pictures rodaron un musical sobre Popeye, con Robin Williams en el papel protagonista, y eligieron un sitio abandonado cercano a Mellieha (Malta) como escenario de rodaje. Allí construyeron de cero un pueblo llamado Sweethaven, de coloridas casitas de madera que imitan las dibujadas en los cómics. El pueblo, ubicado a orillas del Mediterráneo, es hoy un parque temático.
2. Pamukkale (Turquía)
Lo que parecen las tentadoras piscinas de un complejo turístico de cinco estrellas son en realidad fuentes de aguas termales a temperaturas que varían entre los 35 ºC y los 100 ºC. Estas piscinas naturales formadas por capas de piedra caliza blanca parecen hechas de nubes de algodón; de ahí el sobrenombre de Castillo de algodón. Se encuentran en Turquía, cerca de Denizli, y para llegar a ellas hay que quitarse los zapatos y andar descalzo.
3. La Calzada del Gigante (Irlanda del Norte)
Juego de Tronos ha dejado un gran vacío, tanto en sus fieles seguidores como en sus detractores. Entre los escenarios de rodaje de la serie en Irlanda del Norte se encuentra un lugar insólito que parece una invención de la pluma de Martins: la Calzada del Gigante, una reserva natural ubicada en las cercanía de Bushmills. Sus 40 000 columnas hexagonales perfectamente perfiladas no son fruto del ingenio humano, sino de una erupción volcánica o, como cuenta la leyenda, de la creatividad de un gigante.
4. La colina de las cruces (Lituania)
Esta misteriosa e incluso inquietante colina se encuentra cerca del municipio lituano de Siauliai. Sus cruces impresionan de lejos y el conjunto parece una almohadilla a la que le han clavado mil alfileres de todos los tamaños. Caminando entre cruces uno cree estar en un cementerio fantasma. Es un lugar de rezo al que acuden los lituanos para homenajear a sus víctimas de guerra.
5. Salar de Uyuni (Bolivia)
La de platos que se podrían aderezar con las 10 000 000 000 toneladas de sal que hay en Uyuni, el salar más grande del mundo, ubicado en Bolivia. Se fue formando tras secarse el lago prehistórico que ocupaba su lugar. Actualmente se extraen al año 25 000 toneladas; de ahí las numerosas pilas de sal que hay repartidas por toda la superficie, lo que le da al lugar un aspecto irreal, como de otro mundo.
6. Riotinto (España)
Tinto, como el vino. Así es el río que atraviesa la provincia de Huelva y que presenta un intenso color rojo en sus aguas. Esta característica se debe a que, durante siglos, se vertían residuos de cobre, oro y otros metales pesados de una mina al río, lo que transformó el pH y, en consecuencia, también el color del agua. Es tan bonito y curioso como problemático, ya que el daño medioambiental producido es notable.
7. El lago manchado de Canadá
Otro sitio donde la composición química del agua crea un efecto visual extraordinario es el lago Kliluk, en la Columbia Británica. Es un lago salado de aguas ricas en minerales como plata y titanio, que crean manchas de colores nítidas y geométricas en la superficie del agua. Además de ser un lugar increíble desde el punto de vista natural, también lo es como rincón espiritual, ya que es un sitio sagrado para los indígenas. Según cuenta una leyenda, se puso fin a una pelea entre tribus rivales para cuidar a los heridos sumergiéndolos en las aguas curativas del lago.
8. Dargavs, Osetia del Norte (Rusia)
Lo que a simple vista podrían ser casitas de piedra abandonadas son en realidad criptas. Dargavs, llamado también Ciudad de los muertos, se encuentra en un valle de 17 kilómetros y es una auténtica necrópolis que alberga unas cien criptas de piedra, donde enterraban a los difuntos junto a algunas de sus pertenencias. Cuenta una leyenda que quien se aventuraba en el valle no volvía jamás y que, cuando la peste del siglo XVIII hizo mella en la población local, a quien no tenía padres que lo enterrasen lo llevaban a las criptas del cementerio a esperar que les llegase el momento.
9. Las torres del silencio (Irán)
Seguimos con el tema de la muerte y los cadáveres, pero esta vez en Irán. Según la tradición zoroastriana, tras la muerte, el cuerpo queda a merced de los demonios, que pueden contaminarlo. Para evitarlo, hay que dejar que los fenómenos atmosféricos, los pájaros o los insectos sean los que consuman el cadáver, en lugar de los demonios. Por eso, en Irán (y también en la India) aún pueden verse las dakhmas, torres construidas en la cima de las colinas en el desierto, donde —hasta la década de los setenta, cuando se prohibió la práctica— se arrojaban los cadáveres de los fallecidos y únicamente se retiraban cuando quedaban solo los huesos.
10. Kjeragbolten (Noruega)
Solo quien no tenga vértigo podrá visitar este lugar tan mágico en Noruega. Kjeragbolten es una formación en la que una roca parece sujetada por dos acantilados a casi 1000 metros de altura. Suele ser un punto popular desde el que lanzarse en paracaídas.