¿Te gusta vivir al borde del abismo? Entonces no te pierdas la selección de los mejores acantilados del mundo que hemos preparado para inspirar tus viajes más aventureros. ¡Vamos allá!
Si disfrutaste recorriendo con nosotros los paisajes más impresionantes del mundo, ahora volvemos a la carga para explorar más regalos alucinantes que nos ofrece la Madre Tierra, esta vez en forma de acantilados tan dramáticos que te van a provocar escalofríos. Son despeñaderos repartidos por Europa y más allá que resultan un verdadero espectáculo de la naturaleza.
1. Acantilados de Moher, Irlanda
Te vas de viaje a Irlanda, sus infinitos paisajes verdes ya te han dejado extasiado el primer día, luego descubres los acantilados de Moher y acabas con el corazón a punto de explotarte al contemplar tanta belleza: así te vas a sentir al acudir a la atracción natural más visitada de la Isla Esmeralda. Ubicados sobre el Atlántico, en la costa occidental del país, y con alturas que alcanzan los 214 metros, no es de extrañar que los impresionantes acantilados de Moher hayan servido de telón de fondo para películas como Harry Potter y el misterio del príncipe.
2. El Flysch de Zumaia, España
En la Costa Vasca encontramos un enclave aún poco frecuentado por el turismo de masas que te va a dejar con la boca abierta. Se trata del Flysch de Zumaia, una formación geológica que se extiende de Zumaia a Deba y que consta de un conjunto de estratos rocosos que esconden siglos de historia. Gracias a la gran diversidad de fauna y flora marina que acoge el Flysch, la zona fue declarada biotopo litoral protegido en el año 2009. ¡Caminar por las rutas de senderismo alrededor de los acantilados de Itzurun es una experiencia inolvidable!
3. Arco de Albandeira, Portugal
Probablemente, la imagen que te venga a la mente al pensar en el Algarve sea esta: el arco de Albandeira. Esta formación rocosa es uno de los emblemas del sur de Portugal y es sorprendentemente poco popular debido a su difícil acceso. Si eres de los aventureros que se atreven a llegar hasta ella, te garantizamos que el premio que te espera en la meta no tiene precio: contemplar la puesta de sol desde el arco de Albandeira es un momentazo único.
4. Acantilados de Étretat, Francia
Los acantilados de Étretat son una parada imprescindible en cualquier ruta por la región francesa de Normandía. Si los complementas con una visita a la cercana y pintoresca localidad de Honfleur, tienes un plan perfecto para disfrutar de una excursión de un día entre los paisajes de postal de la Costa de Albâtre, que inspiraron a grandes artistas como Claude Monet y Gustave Courbet. Lo más destacado de los acantilados de Étretat es su arco natural, conocido como “el ojo de agua”.
5. Ronda, España
No solo en la costa encontramos acantilados impresionantes: lo demuestra el acantilado de Ronda, un pueblo malagueño de origen celta situado en lo alto de un espectacular precipicio de 120 metros de altura sobre la Garganta del Tajo. Gracias al icónico puente Nuevo, construido en 1793 y del que hemos hablado en otros artículos, quedan unidas la parte nueva y la parte vieja de la ciudad.
6. Preikestolen, Noruega
El Preiskestolen, también conocido como el Púlpito, es una plataforma de roca situada 600 metros por encima del fiordo de Lysefjorden, al sur de Noruega. Su creación se remonta a hace más de 10 000 años, y cuentan que los vikingos lo utilizaban como lugar de sacrificios. Los tiempos han cambiado, y a día de hoy es la atracción natural más visitada del país nórdico, especialmente popular en Instagram por su espectacularidad. Eso sí, no es apto para instagrammerscon miedo a las alturas.
7. Acantilados de Vixía Herbeira, España
No hace falta irnos muy lejos para encontrar uno de los acantilados más altos de Europa continental, pues están entre Cedeira y Cariño, en la provincia de la Coruña. Con una altura de 615 metros, las vistas que se pueden contemplar desde el precipicio son alucinantes, especialmente desde la atalaya del siglo XVIII llamada la garita de Herbeira. Antaño punto de vigilancia de la costa, hoy este vertiginoso enclave es más bien un lugar donde tener una experiencia mística.
8. Acantilados de Dover, Reino Unido
La costa sureste del Reino Unido acoge los majestuosos acantilados de Dover, formaciones de piedra caliza de 110 metros de altura situadas frente al estrecho que se han convertido en todo un icono del país, al haber aparecido en varias películas y letras de canciones de artistas británicos. Su simbolismo, de hecho, se remonta a tiempos pasados, cuando eran lo último que los viajeros veían desde el barco. Con múltiples sendas que explorar, te recomendamos hacer la ruta del faro, desde donde podrás avistar Francia en un día despejado.
9. Kjerag, Noruega
Volvemos a Noruega, donde parece ser que hay mucho material para Instagram, a juzgar por todas las originales joyas naturales que ofrece el país. Desde luego Kjeragbolten, la piedra colgada entre dos paredes de roca que seguro que has visto en las redes sociales de tus amigos viajeros, no es para menos. Se encuentra en Kjerag, una montaña ubicada en el fiordo Lysefjord, y desde esta roca el abismo es de casi 1.000 metros de altura. ¿Te atreverías a sacarte una foto ahí?
10. Acantilados de Bonifacio, Francia
Los acantilados de piedra caliza blanca de Bonifacio, al sur de Córcega, configuran uno de los paisajes más impresionantes de la isla mediterránea. Con la ciudad vieja (ville haute) colgada a lo alto del acantilado y protegida por una ciudadela, la magia que desprende este enclave hace que sea uno de los puntos más visitados de Córcega. Frente a Bonifacio encontrarás las islas Lavezzi, conocidas entre los submarinistas por ofrecer un fondo marino excepcional.
11. Cabo de Formentor, España
Seguimos con más belleza escarpada con un símbolo de Mallorca: el cabo de Formentor. Situado en el punto más septentrional de la isla balear, al final de la Sierra de Tramuntana, las vistas panorámicas que podrás disfrutar desde el mirador de Sa Creueta te van a hechizar, con la bahía de Pollensa a un lado y los acantilados al otro, enmarcando una estampa que se convierte en más encantadora si cabe con los colores pastel del cielo al atardecer.
12. Acantilados de Bunda, Australia
Dejamos Europa para explorar algunos de los acantilados más bonitos de fuera del Viejo Continente. Volamos a las antípodas, concretamente hasta el sur de Australia, para descubrir los Bunda Cliffs. No solo fascina su longitud (más de 100 km) y su altura (hasta 120 metros, poniendo fin de la gran llanura llamada Nullabor Plain), sino que además estos acantilados son un buen mirador para avistar ballenas entre junio y octubre.
13. Anfiteatro de Drakensberg, Sudáfrica
Cambiamos ahora al continente africano, pues el parque nacional Natal Real de Sudáfrica es donde encontraremos el conocido como Anfiteatro de Drakensberg o Montañas del Dragón, la atracción natural más emblemática del país. Se trata de un acantilado de basalto cerca de las cascadas Tugela, una de las más altas del mundo.
14. Acantilados Vermillion, Estados Unidos
Los Vermillion Cliffs se extienden a lo largo de 45.000 hectáreas entre los estados de Arizona y Utah, constituyendo otro magnífico ejemplo de acantilados impresionantes de roca arenisca que llegan a tener más de 900 metros de altura. Es un lugar remoto de tonos rojizos con cañones como el de Paria, en el que también destacan originales formaciones rocosas, como la sinuosa y casi psicodélica The Wave, a la que contadas personas tienen acceso cada año.
15. Acantilados de Kalaupapa, Estados Unidos
Acabamos nuestra ruta por los mejores acantilados del mundo en Hawái. La isla de Molokai alberga unos acantilados costeros que forman parte del parque histórico nacional Kalaupapa y desde los que se puede absorber el increíble paisaje tropical de Hawái. Precisamente por la presencia de estos despeñaderos, la península donde se hallan esconde una turbia historia: fue utilizada como colonia de leprosos, a modo de isla prisión, durante unos 100 años.