El carnaval está a la vuelta de la esquina y viene con máscaras, desfiles, dulces y espectáculos. Estos son 5 de los mejores carnavales del mundo.
Cuando estaba en primaria y se acercaba el carnaval, me moría de ganas por disfrazarme. La tradición milanesa del Carnaval Ambrosiano incluye un desfile de carrozas el Sabato Grasso al que los niños milaneses se acercan disfrazados a tirar confeti. El Carnaval Ambrosiano comienza cuatro días más tarde que el carnaval tradicional. Se dice que el mismo San Ambrosio lo pospone.
Durante esa época, elegir un disfraz para carnaval era un asunto muy serio. Fui un conejo rosa, una fresa, un hada azul, una geisha y Esmeralda de El jorobado de Notre Dame, con un disfraz que hizo mi abuela y que no tenía nada que envidiarle al traje oficial de Disney que vendían en las tiendas. Y entonces, ¿qué pasó? Pasó que esos preciosos disfraces quedaban totalmente deformados y estropeados por las capas de ropa que llevaba debajo para hacerle frente al frío de febrero. Al final, me parecía más al tipo de Michelín disfrazado, y eso apagó mi entusiasmo y me afectó hasta el punto de que hoy, incluso en Halloween, prefiero comer dulces en vez de disfrazarme.
Dejando mis traumas infantiles a un lado, es normal que el mundo celebre con alegría el carnaval, posiblemente la fiesta más divertida e irreverente que nos ha dejado la tradición católica. El carnaval era la fiesta en la que se disfrutaba sin frenos por última vez antes de la Cuaresma.
Por eso queremos compartir contigo algunos de los mejores carnavales del mundo.
1. Carnaval de Venecia
En Italia hay una importante tradición de carnaval, y uno de los más famosos y espectaculares es, sin duda, el Carnaval de Venecia. Este año, la fiesta se celebra entre el 8 y el 25 de febrero, unos días en los que la ciudad del Palacio Ducal estará animada por los disfraces y las celebraciones. La fiesta empezará con un evocador espectáculo de agua en el Canal de Cannaregio. Entre otros eventos, la Sfilata delle Colombine se celebrará al día siguiente. Esta histórica regata femenina de góndolas comienza en el Puente de los Tres Arcos y termina en el Ponte delle Guglie. La fiesta continúa con una competición por la máscara más bonita del carnaval y con el famoso vuelo del ángel.
2. Carnaval de Viareggio (Toscana)
Desde 1823, Viareggio ha sido el lugar de las celebraciones más descaradas de carnaval, incluyendo carrozas de madera y papel maché que representan a políticos y figuras importantes. Comenzó cuando los chicos de alta alcurnia del Corso Mascherato decidieron organizar su propio desfile de carnaval. En la década de 1930 llegó el Burlamacco, la máscara que simboliza al Carnaval de Viareggio, similar a las máscaras de la Commedia dell’arte, pero con diseños futuristas basados en los tonos de las sombrillas de las playas de la ciudad.
3. Carnaval de Ivrea (Piamonte)
El Carnaval de Ivrea es antiguo y fantástico. Sus orígenes se remontan a la Edad Media y a las tradiciones posteriores de las insurrecciones del Renacimiento. En la ciudad se recrea la histórica revuelta de los ciudadanos de Ivrea contra su tirano, todo ello con un elenco de personajes familiares, incluyendo a la hija del molinero, que fue el objetivo de una ius primae noctis. Verás una representación moderna en una carroza dorada con una joven local casada, vestida de blanco y tirando caramelos y flores. Lo más destacado llega cuando los ciudadanos que lucen gorros frigios (de color rojo, a menos que quieras ser su objetivo) luchan contra el ejército del tirano lanzando naranjas en las plazas de la ciudad.
Tras la batalla de naranjas, lo mejor es reponerse con los dulces y pasteles tradicionales del carnaval. Están especialmente ricos porque son los últimos que se consumen antes de la Cuaresma. Los más famosos son los buñuelos de Mardi-Gras: unos bollitos hechos con huevo, azúcar y harina que se fríen o se hornean. Los tortelli o frittelle tienen una forma esférica irregular y están rellenos de crema o de chocolate. En la tradición veneciana, tienen agujeros en la masa y se cubren con azúcar y pasas. Cada región tiene sus propios dulces tradicionales. En el Piamonte hacen la mantovane, una pasta con forma de pirámide rellena de mermelada y almendras. En Abruzzo tienen el sanguinaccio dolce, una deliciosa crema de cacao amargo hecha con bizcochitos. En la Toscana se suele comer schiacciata, mientras que en la región de Las Marcas disfrutan de arancini dolci, unos pastelitos aromatizados con zumo de naranja, enroscados en forma de espiral y cubiertos de miel.
4. Río de Janeiro
No se puede negar que Río de Janeiro es la capital mundial del carnaval. ¿Qué mejor forma de prepararse para 40 días de sobriedad que celebrando cinco días con conciertos y bailes desenfrenados? El festival comienza con la coronación del rey Momo, y en cada distrito se celebran desfiles con colores distintivos, cada uno destacando las tradiciones de su propio bloco. Por último, las escuelas de samba completan la fiesta con cuatro días en el Sambódromo, un evento para el que los bailarines se preparan durante todo el año. Los disfraces del Carnaval de Río se caracterizan por ser de colores brillantes y por no ofrecer demasiado abrigo.
5. Carnaval de Nueva Orleans
Seré sincera: el episodio de Se ha escrito un crimen que transcurre durante el carnaval de Nueva Orleans es uno de mis favoritos. El carnaval que se celebra en esta bonita ciudad incluye desfiles de carrozas coloridas que lanzan confeti y monedas de dólar falsas con un grabado del escudo de armas de los grupos que organizan el desfile. Mystick Krewe of Comus, el grupo más antiguo, organizó el primer desfile en 1857 combinando las tradiciones británica, francesa y criolla que caracterizan a la ciudad. Mi visión febril de Luisiana, que se basa en True Blood, me lleva a la conclusión de que debe de haber vampiros ocultos entre sus miembros.
Crédito de la foto de portada: #simo# via Visual hunt / CC BY-ND