Roma está repleta de cientos de plazas con encanto. Estas son, creemos, cinco de las que debes visitar sí o sí cuando viajes a la capital italiana.
Las plazas de Roma, al igual que muchos otros rincones de la ciudad, forman parte de la imaginación colectiva, gracias, no solo al cine, sino también a la historia, el arte e incluso Instagram. Es fácil reconocer la emblemática cúpula y la arcada de la plaza de San Pedro, la fuente de Trevi en La Dolce Vita y la plaza del mismo nombre, así como el imponente monumento a Víctor Manuel II en Piazza Venezia, por ejemplo.
Cientos de plazas salpican la Ciudad Eterna y todas ellas merecen una visita. Para abrir boca, echa un vistazo a cinco de las plazas más bonitas de Roma que puedes visitar, contemplar y fotografiar.
1. Piazza Navona
Empezamos por la plaza de plazas romanas; una de las más famosas y, sin duda, una de las más bonitas. Hablamos de Piazza Navona, por supuesto. Esta obra del Barroco romano se compone de tres magníficas fuentes, famosas por igual: la Fontana dei Quattro Fiumi («fuente de los Cuatro Ríos») de Bernini, la Fontana del Tritone («fuente del Tritón») y la Fontana del Moro («fuente del Moro»). La Fontana dei Quattro Fiumi personifica el Danubio, el Ganges, el Nilo y el Río de la Plata en preciosas estatuas de mármol. Miles de turistas acuden aquí cada día, pero, por la noche, cuando Roma duerme, un aura de magia parece apoderarse del ambiente. Si miras con atención, quizá te parezca ver cómo las estatuas de la fuente cobran vida.
2. Piazza di Spagna
La plaza de España es una de las más simbólicas de Roma. No solo ha servido de escenario de fondo para innumerables eventos de moda, sino que la famosísima escalera Trinità dei Monti es donde Audrey Hepburn disfrutaba de un delicioso helado mientras esperaba a Gregory Peck en Vacaciones en Roma. A los pies de la escalera se alza, además de la famosa fuente Barcaccia, esculpida por el hijo de Bernini, la casa-museo del poeta inglés John Keats.
3. Piazza della Bocca della Verità
Esta antigua, misteriosa y fascinante plaza se compone del arco de los Argentarios, el arco de Jano, el templo de Hércules y el templo de Portuno. Sin embargo, es conocida sobre todo por su legendaria y monstruosa máscara de piedra. Se cree que tiene el poder de revelar y castigar a los mentirosos. Hace mucho mucho tiempo, aquí tenían lugar juicios. El acusado debía colocar una mano dentro de la boca del monstruo durante el interrogatorio. Si el juez creía que mentía, un soldado escondido tras la máscara le cortaba la mano. Este es el origen de la leyenda de la Boca de la Verdad (Bocca della Verità), que también aparece en Vacaciones en Roma. Tras decir alguna estupidez, Gregory Peck hace como que el monstruo de piedra libera su mano. A Alfred Hitchcock, el maestro del suspense, le encantaba la Bocca della Verità. Tanto, que posó junto a ella para uno de sus retratos más famosos.
4. Campo de’ Fiori
Aunque hoy es más famosa por su ambiente nocturno, hubo un tiempo en que Campo de’ Fiori se relacionaba con hechos un tanto siniestros. De hecho, aquí han llegado a torturar y a ejecutar a personas. Una de las ejecuciones más famosas fue la de Giordano Bruno, el famoso filósofo, que fue quemado en la hoguera tras ser acusado de herejía el 17 de febrero de 1600. En el centro hoy le rinde homenaje una estatua de bronce, cuyos ojos parecen desafiar con la mirada al Vaticano. ¿Será este, quizá, el motivo por el que Campo de’ Fiori es la única plaza de Roma donde no hay iglesias? El mercado diario que tiene lugar en Campo de’ Fiori hace de esta plaza una de las más animadas y más típicamente italianas.
5. Piazza Santa Maria en Trastevere
A pesar del turismo de masas, Trastevere conserva un ambiente auténtico e íntimo más típico de un pueblo pequeño que de una ciudad grande como Roma. En esto, la Piazza Santa Maria in Trastevere, diseñada en torno a una fuente antigua, se parece más a una plaza principal de pueblo. Alberga una iglesia que lleva el mismo nombre y probablemente fuera el primer templo cristiano de Roma. Bajo sus arcos pueden verse restos de la antigua basílica, frisos, sarcófagos, frescos y tumbas.