¡Descubre 10 cuadros icónicos de Vermeer! En la lista no falta ninguno de sus clásicos, como La lechera, Vista de Delft y La joven de la perla.
Johannes Vermeer (1632 – 1675) fue uno de los grandes pintores de la Edad de Oro holandesa. Aunque se desconoce el día exacto de su nacimiento, fue bautizado en 1632 en Delft, ciudad en la que residió toda su vida.
El artista, que pintaba por encargo, tan solo produjo 45 cuadros durante toda su carrera, y en la actualidad se conservan 35 obras. Vermeer es probablemente uno de los artistas más famosos con un repertorio tan pequeño. Tal y como les sucedió a otros muchos pintores, sus obras no fueron muy apreciadas en vida, pero durante el siglo XIX alcanzaron la fama, y hoy en día podemos encontrarlas en ciudades de todo el mundo, como París, Londres, Nueva York o Ámsterdam.
Echa un vistazo a las 10 pinturas de Vermeer que han hecho historia:
1. Cristo en casa de Marta y María, h. 1654 – 1656
En sus primeros trabajos, Vermeer trató temas mitológicos y religiosos, y este cuadro es un buen ejemplo de esa época. Cristo en casa de Marta y María mide 160 cm x 142 cm, siendo la obra de mayor tamaño del maestro holandés. Destaca también el fondo, más oscuro y sombrío que en sus últimas creaciones.
Dónde: Galería Nacional de Escocia, Edimburgo
2. Muchacha dormida, h. 1656 – 1657
En este cuadro, el artista deja de lado la temática religiosa para comenzar a retratar escenas cotidianas. La obra, en la que aparece una joven sentada a la mesa con los ojos cerrados, también se conoce como Una sierva borracha. El tapiz persa de la mesa simboliza la prosperidad en la Edad de Oro, y en la pared se distingue un cuadro de Cupido. Después de pasar por París y Londres, la pintura se expone actualmente en Nueva York.
Dónde: Museo Metropolitano de Arte, Nueva York
3. La callejuela, h. 1657 – 1661
La temática cotidiana de este cuadro contrasta con las obras bíblicas de su primera época. En este óleo sobre lienzo aparecen varias casas en un callejón de Delft, así como varias mujeres realizando sus labores diarias.
Dónde: Rijksmuseum, Ámsterdam
4. La lechera, h. 658 – 1661
Esta es probablemente una de las obras más famosas del maestro holandés. Aunque el nombre del cuadro hace referencia a una mujer que reparte leche, en realidad Vermeer retrató a una criada. La ropa sencilla, el tocado y la tarea que realiza la protagonista del cuadro, sugieren que se trata de una sirvienta del hogar.
Dónde: Rijksmuseum, Ámsterdam
5. Vista de Delft, h. 1660 – 1661
Vista de Delft y La callejuela son las dos únicas obras que todavía se conservan en las que la ciudad del artista es protagonista. Este óleo sobre lienzo de 96,5 cm x 115,7 cm es una panorámica de la ciudad desde el muelle al otro lado del río Schie. En el centro del lienzo se aprecia claramente la Puerta de Schiedam y a la derecha se ve la Puerta de Rotterdam, mientras que, a lo lejos, la luz del sol ilumina la torre de la Iglesia Nueva. La obra da la sensación de estar contemplando la ciudad desde una ventana.
Dónde: Mauritshuis, La Haya
6. Mujer leyendo una carta, 1662 – 1665
Mujer leyendo una carta es un cuadro de pequeño tamaño (45,5 cm x 39 cm) expuesto actualmente en el Rijksmuseum. El mapa que aparece detrás de la joven en bata azul sugiere que el remitente se encuentra de viaje, aunque esta es solo una de las varias interpretaciones que existen. Gracias al uso de los colores azul y marrón, la pintura nos transmite una sensación de tranquilidad, en contraste con Muchacha leyendo una carta, la obra que Vermeer había pintado unos años antes.
Dónde: Rijksmuseum, Ámsterdam
7. La joven de la perla, h. 1665 – 1667
Ninguna recopilación de pinturas de Vermeer estaría completa sin La joven de la perla. Esta es probablemente su obra más popular y en la actualidad está expuesta en la Galería Real de Pinturas Mauritshuis. Al principio, este lienzo se llamó Muchacha con turbante, pero más tarde se cambió por La joven de la perla, aunque en realidad no se sabe a ciencia cierta si la protagonista del lienzo lleva un pendiente de perla. Esta obra se considera un tronie*, al tratarse de un retrato de una modelo anónima que nunca llegó a ser identificada.
*Género de pintura típico del barroco flamenco. Normalmente son retratos de pequeño tamaño en los que destacan las expresiones faciales o determinados rasgos del protagonista. El objetivo del pintor no es realizar un retrato identificable, sino poner de relieve sus habilidades.
Dónde: Mauritshuis, La Haya
8. El arte de la pintura, h. 1666 – 1668
Esta pintura de gran tamaño (120 cm x 100 cm) fue realizada entre 1666 y 1668. Se cree que esta obra fue muy importante para el artista, y por eso nunca la vendió. Esta pintura se considera también como un extracto de todas las técnicas que Vermeer dominó a lo largo de su carrera. En el lienzo vemos a un artista que acaba de empezar a pintar la corona que la modelo situada delante de él lleva en la cabeza. Los detalles y la técnica son impresionantes.
Dónde: Museo de Historia del Arte, Viena
9. El astrónomo, h. 1668
Parece ser que el protagonista de El astrónomo es la misma persona que aparece en su obra El geógrafo. Estos son los únicos lienzos de Vermeer en los que podemos ver a un solo hombre, y probablemente fueron realizados por encargo. En el cuadro vemos a un científico observando un globo terráqueo, con el libro Manual de Metius abierto en la mesa. Se sospecha que el hombre de ambos cuadros podría ser Antoni van Leeuwenhoek, pero no hay pruebas de ello.
Dónde: Museo del Louvre, París
10. Mujer sentada tocando la espineta, h. 1670 – 1675
Mujer sentada tocando la espineta es una de las últimas creaciones de Vermeer, y no tiene la frescura de sus primeras creaciones. El tema de la obra, en la que aparece una joven ricamente vestida tocando una espineta, es muy parecido al de Dama parada cerca del clavicordio.
Dónde: Galería Nacional de Londres