Close
Monet en ocho cuadros

Monet en ocho cuadros

Descubre los ocho de los cuadros más emblemáticos de Claude Monet.

Oscar-Claude Monet (1840-1926) y el movimiento impresionista van de la mano. Como pionero en su tiempo, Monet acuñó un nuevo concepto del color y la luz, priorizándolos sobre la forma, para dejar de contar historias a través de la pintura y empezar a transmitir la sensación, o “impresión”, que causaba el paisaje en el sujeto.

Después de pasar su infancia en El Havre, donde comenzó a pintar paisajes, Monet estudió en la Academia Suiza de París, y luego dedicó su tiempo a la pintura al aire libre, sobre todo en su jardín de Giverny, donde dicen que murió con un pincel en la mano.

A continuación, hemos recopilado ocho de los cuadros más emblemáticos de Claude Monet y los museos donde puedes encontrarlos.

1. Los nenúfares, 1899

Esta extensa serie de más de 250 cuadros al óleo, también conocida como El estanque de ninfeas, es la más célebre de Monet. El ciclo de pinturas fue realizado por el artista durante los últimos 30 años de su vida, cuando se recluyó en Giverny y dedicó su tiempo a estudiar la flora de su enorme jardín a través de los cambios de luz y climatología. En Los nenúfares, Monet se centró en el escenario exótico que confería su estanque adornado con sus icónicas plantas acuáticas.

Dónde: Museo de la Orangerie de las Tullerías de París

2. Impresión, sol naciente, 1872

Este fue el primer cuadro impresionista de Monet y el que da nombre al movimiento artístico que él abanderó, al que se unieron otros artistas de renombre como Cézanne, Renoir y Degas. Impresión, sol naciente fue pintado en el puerto de El Havre y se convirtió en todo un símbolo del impresionismo gracias a su trazo suelto, que sugiere pero no define. El color, por su lado, captura la esencia de la escena marítima.

Dónde: Museo Marmottan Monet, París

View this post on Instagram

Impresión Sol Naciente – Monet #monet #impresionsolnaciente

A post shared by Art. (@keepupthegoodart) on

3. Mujeres en el jardín, 1867

En este óleo sobre lienzo Monet representó una escena de un día de verano, inspirada por los modelos clásicos. En ella, aparecen unas cuantas mujeres en un jardín con vestidos veraniegos en actitud relajada. Aunque la mujer de Monet hizo de modelo para el cuadro, la verdadera protagonista aquí es la luz: el juego de reflejos y sombras brinda a Mujeres en el jardín una textura única, pese a que la obra fue duramente criticada en su día.

Dónde: Museo de Orsay, París

4. Crepúsculo en Venecia, 1908-1912

También llamado Crepúsculo de San Jorge Maggiore o Puesta de sol en Venecia, esta es otra de las series de pinturas que hizo Monet, en este caso inspirándose en la mágica puesta de sol sobre la ciudad de Venecia, una estampa que podía ver a través de la ventana del hotel en el que se alojaba, con la catedral y el campanario al fondo. En esta serie predominan, con pinceladas libres, los naranjas y amarillos brillantes de la puesta de sol combinados con el azul del cielo.

Dónde: Museo y Galería Nacional de Cardiff, Gales

5. La terraza de Sainte-Andresse, 1867

El escenario de este cuadro es la ciudad balneario de Sainte-Andresse, en la costa normanda, concretamente fue pintado desde la terraza de una casa de esta localidad desde la que se veía el mar. Se dice que los sujetos que aparecen en la pintura son familiares del pintor, por lo que podría ser un homenaje a sus raíces. Al fondo, veleros y banderas ondean con la brisa marina, lo que aporta mucho movimiento a la obra.

Dónde: MET, Nueva York

6. El paseo, 1875

También denominado Mujer con sombrilla, este óleo sobre tela es uno de los primeros trabajos de Monet, en el que pinta a su mujer Camille Doncieux y a su hijo mayor, Jean, a modo de retrato doble. Alejándose de sus recurrentes paisajes, el artista se centra en la figura humana desde una perspectiva baja, con una luz que invade la mayor parte de la escena y que otorga a la obra un aspecto tan natural que casi parece una fotografía.

Dónde: National Gallery of Art, Washington

7. La estación de Saint-Lazare, 1877

La estación de Saint-Lazare es una serie de 12 cuadros ambientados en esta estación parisina, todos con diferentes perspectivas, con la que Monet cambió momentáneamente sus queridos paisajes para reflejar el mundo urbano. Fue cuando acababa de instalarse en París y quería diversificar su temática. Así, empezó a trabajar las nubes de vapor y la maquinaria, aunque siguió dando prioridad al color y a la luz en detrimento del detalle, confiriendo un punto abstracto al ambiente técnico.

Dónde: Museo de Orsay, París

View this post on Instagram

1877 Monet

A post shared by Sophie Rivaton (@sophie_rivaton) on

8. La catedral de Rouen, 1893

Otra emblemática serie, de 31 lienzos, pintada por Monet es La catedral de Rouen, que muestra la fachada del templo gótico de la capital normanda durante diferentes puntos del día y del año, con los consiguientes cambios de luz y condiciones climáticas. En estos cuadros vemos especialmente cómo Monet consigue convertir la luz en color de forma magistral. Su objetivo, de hecho, siempre había sido capturar el instante, y esta serie es un perfecto ejemplo de ello.

Dónde: Museo de Orsay, París

https://www.instagram.com/alexapearson/p/BnQZjLAlc3k/

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.

Close