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23 monumentos y construcciones icónicas heredados de las Exposiciones Universales

23 monumentos y construcciones icónicas heredados de las Exposiciones Universales

De la Torre Eiffel a la Fuente Mágica de Montjuic, he aquí algunos de los monumentos más icónicos de las Exposiciones Universales e Internacionales.

Con un año de retraso debido a la pandemia, la Expo de Dubái 2020 acaba de dar su pistoletazo de salida. Hace unos días, os contábamos cuáles serán las actividades y experiencias imprescindibles de la exposición de este año.

Pero hoy, queremos rendir homenaje a las numerosas exposiciones universales e internacionales celebradas a lo largo de los años recopilando algunos de los monumentos y construcciones que fueron protagonistas de sus respectivas ediciones y que, aún en la actualidad, continúan maravillando a todo aquel que los visita. Muchas de las estructuras creadas con motivo de estas ferias se desmontan una vez finalizado el evento, pero otras, como la Torre Eiffel o el Pueblo Español, siguen en pie y se han convertido en símbolos y lugares emblemáticos de sus respectivas ciudades.

Palacio Real de Exposiciones, Exposición Universal de Melbourne de 1880

El Palacio Real de Exposiciones es uno de los pabellones de exposición más antiguos del mundo y sigue albergando en su interior ferias y eventos. El espectacular edifico, diseñado por Joseph Reed, aúna diversos estilos arquitectónicos y, desde 2004, forma parte del Patrimonio de la Humanidad de la Unesco. Es, sin duda, una visita imprescindible en Melbourne.

Castillo de los Tres Dragones, Exposición Universal de Barcelona de 1888

El Parque de la Ciutadella acogió la Exposición Universal de 1888, y entre los edificios que se crearon para dicho evento y que todavía existen en la actualidad cabe destacar el Castillo de los Tres Dragones. El precioso edificio modernista diseñado por Lluís Domènech i Montaner era el café-restaurante de la exposición. Actualmente, es una de las sedes del Museo de Ciencias Naturales.

Arco del triunfo, Exposición Universal de Barcelona de 1888

Este espectacular monumento de 30 metros de altura fue diseñado por Josep Vilaseca como la puerta de entrada a la feria de 1888. La obra, de inspiración neomudéjar, está cargada de simbolismo, con referencias a las naciones que participaban en la exposición y a las provincias españolas.

Monumento a Colón, Exposición Universal de Barcelona de 1888

Una de las estatuas más famosas de la Ciudad Condal, el monumento a Colón, erigida en homenaje al descubridor Cristóbal Colón, se inauguró durante la exposición universal de 1888. Y, de hecho, su creación forma parte de las obras de mejora realizadas en la ciudad con motivo del evento internacional. Hoy en día, uno de los principales atractivos del conjunto escultórico es el mirador situado a 60 metros de altura.

Torre Eiffel, Exposición Universal de 1889

El Campo de Marte de París acogió la exposición universal de 1889, cuya joya de la corona fue, sin duda alguna, la Torre Eiffel. Para levantar la espectacular torre de más de 300 metros de altura, se necesitaron 2 años, 2 meses y 5 días. Su éxito fue tal que casi 2.000.000 de personas de diferentes países acudieron a visitar la torre, que en aquel momento era la más alta del mundo, para disfrutar de las vistas panorámicas desde la cima.

Instituto de Arte de Chicago, Exposición Mundial Colombina de 1893

Situado en la Avenida Míchigan, el Instituto de Arte de Chicago es en la actualidad uno de los museos más visitados de EE. UU. El edificio que alberga la completa colección de la pinacoteca, que incluye obras tan conocidas como Gótico Americano de Grant Wood y Noctámbulos de Edward Hopper, fue construido con motivo de la Exposición Mundial Colombina.

Museo de Orsay, Exposición Universal de París de 1900

Que el Museo de Orsay se encuentra en una antigua estación ferroviaria es bien sabido. Lo que quizás muchos desconozcan es que esta estación con aspecto palaciego fue inaugurada durante la Exposición Universal de París de 1900. El edificio, acondicionado como museo en la década de los 80, es en la actualidad un lugar de parada obligada para los amantes del impresionismo y postimpresionismo.

Grand Palais y Petit Palais, Exposición Universal de París de 1900

Ambos monumentos fueron creados para la exposición universal y, más de 120 años después de su construcción, siguen despertando admiración. El Grand Palais es una obra maestra de la arquitectura que combina a la perfección la piedra, el acero y el vidrio. Su cúpula acristalada es uno de sus principales rasgos distintivos. Por su parte, el Petit Palais, además de su belleza arquitectónica, es famoso por albergar el Museo de Bellas Artes.

Acuario Cívico de Milán, Exposición Universal de Milán de 1906

El edificio que alberga el acuario es el único pabellón que aún perdura de la exposición universal celebrada en Milán en 1906. Se trata de uno de los acuarios más antiguos de Europa y está situado en el Parco Sempione. La fachada del edificio Art Nouveau, diseñado por el arquitecto Sebastiano Locati, es una auténtica maravilla.

Palau Nacional, Exposición Internacional de Barcelona de 1929

Si para la exposición de 1888 se había acondicionado el parque de la Ciutadella, para la de 1929 llegó el turno de la montaña de Montjuic. El Palau Nacional, de estilo clasicista, fue el edificio principal del evento. Su enorme cúpula principal recuerda a la de San Pedro del Vaticano y es uno de sus elementos más reconocibles de Montjuic. Hoy en día, es la sede del Museo Nacional de Arte de Cataluña.

Poble Espanyol, Exposición Internacional de Barcelona de 1929

El Pueblo Español fue otro de los recintos creados con motivo de la exposición celebrada en la Ciudad Condal en 1929. Los encargados del proyecto visitaron 1600 poblaciones repartidas por toda España para recabar todo el material necesario antes de iniciar las labores de construcción. El éxito del que fuera pabellón de España durante la exposición fue tal que, aunque estaba previsto demolerlo tras el evento, el Ayuntamiento decidió conservarlo. Por eso, todavía podemos visitar este maravilloso museo de arquitectura al aire libre y disfrutar de los 117 edificios a escala real que alberga.

Fuente Mágica de Montjuic, Exposición Internacional de Barcelona de 1929

La Fuente Mágica es otro de los emblemas de Barcelona cuyo origen se remonta a una exposición internacional. Se necesitaron más de 3000 obreros para dar vida al proyecto diseñado por Carles Buïgas para llenar de luz, color y agua la vía principal del evento. Desde su creación, millones de personas han podido disfrutar del increíble espectáculo de esta fuente capaz de mover 2610 litros de agua por segundo.

 

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Plaza de España en Sevilla, Exposición Iberoamericana de 1929

La plaza que dio vida al planeta Naboo en Star Wars Episodio II: El Ataque de los Clones, se construyó con motivo de la Exposición Iberoamericana que tuvo lugar en Sevilla en 1929. Realizada al mismo tiempo que la Exposición Internacional de Barcelona de 1929, ambas se consideraron como la Exposición General Española. De los 117 edificios construidos para la feria, en la actualidad continúan en pie 25 y, sin duda, la espectacular plaza proyectada por Aníbal González, y en la cual se celebró la ceremonia inaugural de la exposición, es uno de los mayores legados del evento.

Plaza de América en Sevilla, Exposición Iberoamericana de 1929

La Plaza de América forma parte del proyecto urbano-artístico creado para la exposición de Sevilla. Aquí, el mismo arquitecto encargado de la Plaza de España, también realizó tres de los pabellones más emblemáticos de la feria, y que todavía podemos admirar a día de hoy: el Pabellón Real de estilo gótico (utilizado como oficinas en la actualidad), el Pabellón Mudéjar (sede actual del Museo de Artes y Costumbres Populares), y el Pabellón de Bellas Artes de estilo renacentista (sede actual del Museo Arqueológico Provincial).

 

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Atomium, Exposición General de primera categoría de Bruselas de 1958

La espectacular estructura formada por nueve esferas de acero, diseñada por André Waterkeyn y André y Jean Polak, en teoría, debía durar 6 meses. Sin embargo, su éxito fue tal que no solo sigue en pie, sino que se ha convertido en uno de los símbolos más reconocibles de Bélgica.

Space Needle, Exposición General de segunda categoría de Seattle de 1962

Casi 10 millones de personas acudieron a esta exposición, cuyo lema era «El hombre en la época espacial». Inspirada en la torre de telecomunicaciones de Stuttgart, la Space Needle fue todo un éxito, recibiendo aproximadamente 2.65 millones de visitantes durante la duración del evento, incluyendo el mismísimo Elvis Presley. En la actualidad, la «Aguja Espacial» forma parte del horizonte de Seattle y es una de las atracciones turísticas más populares de la ciudad.

Unisphere, Feria Mundial de Nueva York de 1964

Esta exposición, que no fue reconocida por la Oficina Internacional de Exposiciones, nos dejó uno de los símbolos indiscutibles de la ciudad de Nueva York, la Unisphere. Situada en el distrito de Queens, el enorme globo terráqueo de acero se convirtió en el elemento central del evento.

La Biosfera de Montreal, Exposición Universal de 1967

Esta expo dejó varios hitos en lo que a arquitectura se refiere. Uno de ellos es el antiguo pabellón de los EE. UU., proyectado por Buckminster Fuller. Hoy en día, la enorme burbuja de metal, que sobrevivió el incendio de 1976, alberga un museo sobre el medio ambiente y es una de las atracciones más populares de la ciudad.

Hábitat 67, Exposición Universal de 1967

El complejo de viviendas formado por 354 bloques de hormigón diseñado por Moshe Safdie fue uno de los pabellones estrella de la Expo 67 de Montreal. Aunque el arquitecto israelí-canadiense no consiguió su objetivo de crear viviendas asequibles que revolucionaran la forma de vivir en las ciudades, su diseño sí que tuvo un profundo impacto en el mundo de la arquitectura.

Torre del Sol, Exposición General de primera categoría de Osaka de 1970

La espectacular torre diseñada por Tarō Okamoto tiene tres caras y mide más de 65 metros de alto. La que fuera el símbolo indiscutible de la expo, es ahora una de las estrellas del parque conmemorativo de la Expo 70 de Osaka. Desde 2018, es posible volver a visitar el interior de la torre, pero hay que reservar con antelación.

Oceanario de Lisboa, Exposición Especializada de 1998

El oceanario fue inaugurado durante la Expo 98, haciendo honor al tema principal de la misma: «Los océanos: un patrimonio para el futuro». Los promotores del evento decidieron construir un acuario que mantuviera vivo este mensaje una vez finalizada la expo y que, al mismo tiempo, contribuyera al desarrollo de la oferta cultural en Portugal. Al primer edificio diseñado por Peter Chermayeff, se añadió una nueva instalación en 2011.

Pabellón Puente, Exposición Internacional de Zaragoza de 2008

El recinto de la exposición de Zaragoza, cuyo eje temático fue «Agua y desarrollo sostenible», estaba en el meandro de Ranillas, junto al río Ebro. De entre las varias estructuras creadas para la expo, y que todavía perduran a día de hoy, como la Torre del Agua o el acuario fluvial, una de las más aclamadas fue (y sigue siendo) el Pabellón Puente, proyectado por Zaha Hadid. El innovador edificio horizontal, que sirvió de puerta de acceso a la exposición, es actualmente la sede de Mobility City.

Museo de Arte de China, Exposición Universal de Shanghái de 2010

Apodado la «Corona del este» por su parecido con las antiguas coronas imperiales, el pabellón de China durante la Expo 2010 es una de las pocas construcciones que permanecieron en pie tras el evento. El edificio rojo con forma de pirámide truncada alberga en la actualidad el Museo de Arte de China, uno de los más grandes de Asia.

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