Según dicen, Lisboa es una de las ciudades más antiguas de Europa, habitada desde hace más de 3200 años.
Con una temperatura agradable durante todo el año, una gastronomía deliciosa y una rica historia, Lisboa se ha convertido en el destino de moda. ¡Descubre 6 monumentos imprescindibles que no pueden faltar en ningún itinerario por la capital portuguesa!
1. Torre de Belém
Construida en el siglo XVI a petición de D. Manuel I, la Torre de Belém es uno de los símbolos más famosos y visitados de Lisboa. El monumento tiene características del estilo manuelino, con influencias islámicas y orientales en la parte exterior del edificio. La estructura está formada por dos elementos, la torre de cinco pisos y el baluarte. Inicialmente la torre tenía una función defensiva, pero, con el paso de los años, perdió su función original y se utilizó como faro y como prisión. Desde 1983 forma parte de la lista del Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.
2. Castillo de San Jorge
Las primeras fortificaciones datan del siglo I a.C., aunque fue reconstruido varias veces a lo largo de la historia. Las murallas se erigieron entre los siglos VII y XI, durante la época musulmana. Tras la conquista de Lisboa por D. Afonso Henriques, el castillo vivió una de sus épocas de mayor esplendor, siendo utilizado como residencia oficial del rey y de la corte hasta principios del siglo XVI. Cuando el rey y la corte se trasladaron al Paço da Ribeira, el castillo pasó a tener una función militar, que duró hasta finales del siglo XIX. Después permaneció abandonado durante muchos años, hasta su recalificación en la década de 1940.
3. Oceanario de Lisboa
El Oceanario es un enorme acuario que pone de manifiesto la conexión de Lisboa con el océano. Inaugurado en 1998, tiene cuatro hábitats marinos y recibe alrededor de un millón de visitantes al año. Con más de 30 acuarios y 8000 organismos vivos (entre plantas y animales) de 500 especies diferentes, el Oceanario de Lisboa cuenta con unos 7.500.000 litros de agua. La principal atracción es el tanque central, con más de 5000 litros de agua, en el que habitan especies que representan los diferentes océanos del mundo.
4. Praça do Comércio
Situada en el corazón de Lisboa, a orillas del río Tajo, la Praça do Comércio es una de las plazas más bellas de Europa. En la actualidad, alrededor de la plaza hay varios edificios gubernamentales, pero en el pasado albergaba el palacio de los reyes de Portugal. En el centro de la plaza se encuentra la estatua ecuestre de D. José, creada en homenaje al rey. Los 79 arcos que rodean la plaza fueron, antaño, la entrada noble de la ciudad. Hoy en día, la plaza se utiliza para eventos culturales y espectáculos. Sin duda, un lugar de visita obligada en Lisboa.
5. Monasterio de los Jerónimos
Construido para celebrar el regreso de Vasco da Gama de la India, el arquitecto Diogo de Boitaca estuvo a cargo del proyecto inicial desde 1501, aunque su diseño original sufrió numerosas modificaciones. La obra no se concluyó hasta finales del siglo XVI. Los monjes de la orden de San Jerónimo fueron los primeros en ocupar el monasterio, y a lo largo de los años el recinto también ha albergado un orfanato y una escuela. En 1983 el monumento fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco y hoy es uno de los lugares más populares de Lisboa y Portugal.
6. Palacio Nacional de Ajuda
El Palacio Nacional de Ajuda, diseñado por el arquitecto Manuel Caetano de Sousa, fue la residencia real de la corte portuguesa en Lisboa. El rey Luis I se trasladó al palacio en 1861 y vivió allí hasta su muerte. En 1910, tras la instauración de la República en el país, el recinto se convirtió en un museo. Los visitantes que se acerquen hasta el palacio pueden admirar importantes colecciones de arte de los siglos XVIII y XIX, objetos de cerámica, esculturas, pinturas y obras famosas de El Grego, Géricault y Moroni.
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Fantastico para tener ideas antes de viajar