Descubre los castillos más bonitos de Portugal.
Si buscas nuevas ideas para descubrir Portugal y te gusta la historia, la cultura y la naturaleza, los castillos son una alternativa estupenda. Estas espectaculares construcciones fueron levantadas durante la Edad Media y su función principal era proteger la ciudad o región. La mayoría de las veces están situadas en lo alto, y cuentan murallas, torres y unas vistas excepcionales.
Portugal tiene más de 200 castillos… sigue leyendo para descubrir 6 de nuestros favoritos.
1. Castillo de Almourol, Santarém
Considerado uno de los monumentos más representativos de la época de los templarios en Portugal, el castillo de Almourol fue construido en 1171. Está situado en una pequeña isla en medio del río Tajo, en el municipio de Vila Nova da Barquinha (Santarém), y, en sus inicios, sirvió para controlar el comercio de aceite, trigo y madera que pasaba por el río. Cuando la Orden de los Templarios se extinguió, el castillo quedó abandonado durante muchos años, pero fue restaurado y reestructurado en el siglo XIX. Nombrado Monumento Nacional en 1910, en la actualidad está abierto al público.
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2. Castillo de Leiria, Leiria
El castillo fue construido por mandato de D. Afonso Henriques en 1135, cuando conquistó la ciudad de Leiria. Aunque inicialmente se construyó con fines militares para defender la nueva frontera, con el tiempo se convirtió en la residencia de varios monarcas. Cuando las tropas francesas atacaron la ciudad, dañaron numerosos monumentos, incluyendo el castillo, que quedó en ruinas y fue abandonado. A finales del siglo XIX la «Liga dos Amigos do Castelo» creó un proyecto para reconstruir el lugar, el cual se prolongó durante varios años. Algunos de los puntos más destacados del interior del castillo son el Palacio Real, la Iglesia de Nuestra Señora de la Penha y la Torre del Homenaje.
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3. Castillo de Guimarães, Guimarães
Se cree que el primer rey de Portugal, D. Afonso Henriques (1112 -1185) nació en el Castillo de Guimarães. Construido en el siglo X por la condesa Mumadona Dias, la fortaleza sirvió para defender el monasterio y la comunidad cristiana de la región de los ataques musulmanes y normandos. Durante muchos años el castillo fue una fortaleza militar, pero con la introducción de las armas de fuego, entró en decadencia. En el año 1940 se inició el proceso de restauración del monumento con un proyecto del arquitecto Rogério de Azevedo. El castillo está actualmente abierto al público.
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4. Castillo de los Moros, Sintra
Construido por los moros del norte de África para proteger la ciudad de Sintra, el castillo pasó a manos de los cristianos cuando el rey Afonso Henriques conquistó Lisboa en 1147. Tras el cambio de propiedad, el Castillo de los Moros siguió manteniendo su papel defensivo y de vigilancia de la región, pero a medida que avanzó la conquista del resto del territorio portugués, perdió su función y fue abandonado. El castillo no fue restaurado hasta el siglo XIX, gracias al rey Fernando II. En la actualidad, para llegar al castillo hay que dar un largo paseo por el bosque. Las cinco torres, la iglesia de São Pedro, la necrópolis medieval y las espectaculares visitas son algunos de los puntos fuertes del monumento.
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5. Castillo de Palmela, Setúbal
Situado en el distrito de Setúbal, a 240 metros sobre el nivel del mar, se dice que en un día claro es posible ver la ciudad de Lisboa desde la torre del homenaje. Considerado como una fortaleza medieval, el castillo estuvo en manos de diferentes pueblos a lo largo de la historia. Conquistado por D. Afonso Henriques en 1147 y recuperado por D. Sancho, fue sede de la Orden de Santiago hasta su extinción en 1834. Dentro del castillo se encuentran las ruinas de la Iglesia de Santa María do Castelo, de estilo renacentista, la cual fue destruida durante el terremoto de 1755, y la Iglesia de Santiago, construida en 1483. En 1945, el antiguo convento fue reconvertido en pousada y actualmente forma para de la red de Pousadas de Portugal.
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6. Castillo de Silves, Silves
Considerado el mejor ejemplo de arquitectura militar islámica de Portugal, el castillo de Silves se encuentra en el Algarve y ofrece unas vistas espectaculares sobre la ciudad de Silves. Construido por los árabes en el siglo XI, el monumento contaba con varias partes diferenciadas, como la Alcazaba, las murallas de la Medina, la Coraza y las murallas del Arrabal. Alrededor de 1250, durante el reinado de Afonso III, la ciudad de Silves y el castillo pasaron a estar bajo control cristiano. El terremoto de 1755 causó daños importantes en el castillo, pero fue reconstruido y, hoy en día, puede presumir de ser uno de los monumentos mejor conservados del país.
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