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Los pueblos más bonitos del Pirineo catalán

Los pueblos más bonitos del Pirineo catalán

Descubre algunos de los pueblos más pintorescos del Pirineo catalán, como Taüll, Vielha o Camprodon.

Iglesias románicas del siglo XII, preciosos ejemplares de arquitectura popular, rutas en plena naturaleza, deportes de montaña, vistas increíbles… el Pirineo catalán es todo esto y mucho más.

Si después de maravillarte con las obras de Gaudí en Barcelona, con el genio de Dalí en Figueres y con las playas y la belleza natural de la Costa Brava te apetece un poco de montaña… sigue leyendo, ¡este artículo es para ti!

Taüll

Situado en la Vall de Boí, a unos 1500 metros de altura, este pequeño pueblo de los Pirineos es famoso por sus dos iglesias románicas de estilo lombardo: San Clemente de Taüll y Santa María de Taüll. Ambas datan del siglo XII y fueron declaradas Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en el año 2000. Las enormes torres campanario y las reproducciones de las pinturas murales que albergaban en su interior son sus principales atractivos.

Los amantes del turismo activo que se acerquen a Taüll están de enhorabuena, ya que el parque nacional de Aigüestortes está a tiro de piedra del pueblo. Además de realizar rutas a pie y excursiones, la zona ofrece un montón de alternativas para practicar deportes de aventura, como parapente o ciclismo de montaña.

 

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Prullans

Este municipio de la comarca de la Baixa Cerdanya, en el que habitan poco más de 200 personas, es uno de los lugares con más encanto de la provincia de Lleida. Además de disfrutar de la arquitectura típica de la zona de montaña, Prullans cuenta con varios lugares de interés que, sin duda, vale la pena visitar, como la casa castillo de los barones de Prullans, la iglesia de Sant Esteve o el dolmen cercano a la masía de Ca l’Orèn.

Acércate al mirador para disfrutar de unas vistas increíbles del valle y de la sierra de El Cadí.

 

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Camprodon

Camprodon es uno de los municipios más grandes del valle homónimo, en el que confluyen los ríos Ter y Ritort. Uno de los lugares más emblemáticos es el puente Nuevo, un precioso puente medieval declarado Bien de Interés Cultural.

El origen de la villa parece ser el monasterio de San Pere, fundado en el siglo X. Su iglesia, que todavía se conserva en la actualidad, es uno de los puntos de interés más destacados del pueblo, junto con la iglesia de Santa María y el museo de Isaac Albéniz. Durante tu escapada, saca tiempo para visitar alguna de las fuentes que se encuentran repartidas por el municipio, ¡hay más de 15! Entre las más populares cabe mencionar la fuente de Sant Patllari, la fuente del Boix o la del Botàs.

Llívia

¿Sabías que este pueblo pirenaico, situado a 1223 metros de altura, está completamente rodeado por territorio francés? Pero, además de este hecho tan curioso, la amplia oferta cultural y natural de Llívia es un reclamo para los turistas en cualquier época del año. Cerca del Ayuntamiento se encuentra el Museo Municipal de Llívia, cuyo punto fuerte es, sin duda, la farmacia Esteve, ¡la más antigua de Europa! Dentro se puede ver la colección de albarelos (recipientes de cerámica usados por los boticarios de antaño) y de cajas con retratos de sabios y científicos.

Tras visitar la farmacia, pasea por el casco viejo y admira las casas ceretanas y las portaladas, sobre todo la de la iglesia de la Mare de Déu dels Àngels.

Castellar de n’Hug

Al cobijo de los acantilados de Els Balços, Castellar de n’Hug ha sabido conservar el encanto de la arquitectura popular, convirtiéndose en uno de los pueblos más bonitos no solo de la provincia de Barcelona, sino de toda Cataluña. Además de admirar las preciosas casas de piedra, muchas de las cuales se remontan a los siglos XVIII y XIX, no te pierdas las Fuentes del Llobregat, la iglesia de Santa María de N’hug y el Museo del Pastor.

 

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Queralbs

En el valle de Ribes encontramos Queralbs, uno de los pueblos más pintorescos de los Pirineos catalanes. Tras pasear por la villa y descubrir su rico legado románico en la iglesia de Sant Jaume o la de Sant Sadurní, ¿qué te parecería subir hasta el valle de Núria en tren cremallera? Allí, además de visitar el famoso santuario de la Mare de Déu, es posible realizar un montón de excursiones de alta montaña, practicar escalada e incluso esquiar durante los meses de invierno.

 

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Una publicación compartida de ❅Syl Dizzy❅ (@syldizzy)

Vielha

La capital del Valle de Arán, situada a 974 metros sobre el nivel del mar, está rodeada por cumbres que llegan a sobrepasar los 2000 metros. En el núcleo urbano hay varias opciones interesantes para realizar visitas culturales. Uno de los lugares más populares es la iglesia de Sant Miquèu, que alberga el Cristo de Mijaran, aunque el Museo Etnológico y el Museo de la Lana también son de visita obligada.

Por otro lado, su ubicación en el centro del valle la convierten en el lugar ideal para realizar un sinfín de itinerarios a pie. De hecho, la GR 211, la ruta circular de 93 km que recorre el Valle de Arán pasa por aquí, aunque hay otras muchas alternativas más cortas.

 

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Unha

A más de 1200 metros de altitud, Unha es otro de los pueblos imprescindibles que hay que visitar sí o sí en el Valle de Arán. Además de disfrutar de las vistas al valle y a los picos de La Maladeta, la bonita torre octogonal de su iglesia románica, el Museo de la Nieve y la Casa Fuerte de Unha son tres de sus atractivos principales.

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