En Musement hacemos un recorrido por 10 sopas deliciosas y muy populares en 10 países diferentes.
En Musement amamos la sopa (de hecho, algunos de nosotros ¡tomamos sopa cada día!) y también nos encanta viajar, aunque sea solo con nuestras papilas gustativas. Hoy queremos compartir contigo 10 sopas muy populares en 10 países diferentes:
1. Soupe à l’oignon: la sopa de cebolla francesa
La sopa de cebolla francesa, con su aroma dulce y envolvente, nos transporta directamente a un bistró francés, quizás a uno de esos cobijados a la sombra de la Basílica del Sagrado Corazón. Esta sopa tradicional francesa nació como un plato humilde, aunque a partir del siglo XVIII se convertiría en un manjar más refinado. Su preparación requiere caldo de carne, tiras finas de cebolla, mantequilla, pan crujiente y queso, el cual se derretirá con el calor de la sopa. La leyenda dice que el mismísimo Luis XV inventó la receta que todos conocemos y amamos en la actualidad.
Sopa de cebolla francesa
2. Hernekeitto, la sopa de guisantes finlandesa
Dada su proximidad al Polo Norte, en Finlandia entran en calor gracias al Hernekeitto, una sopa de guisantes verdes tradicional con sabor a cebolla, tomillo y mejorana. Esta sabrosa sopa posee ciertas peculiaridades: siempre se sirve con carne de cerdo y mostaza, uno de sus ingredientes más controvertidos, pudiéndose agregar tanto como se desee. También se acompaña por ¡panqueques con mermelada! Mezclando sabores dulces y salados, este plato se servía tradicionalmente los jueves durante el periodo de la Pre-reforma como un almuerzo de preparación ante la celebración del Viernes Santo. Probarla es obligatorio si pasas por Helsinki.
Sopa de guisantes. Crédito: wyn ♥ lok via VisualHunt / CC BY-NC-ND
3. Cacciucco de Livorno
Hay varias leyendas sobre el origen de la sopa Cacciucco de Livorno: algunos dicen que nació de la generosidad de los pescadores locales hacia una viuda y su hijo; otros sostienen que su diversidad de ingredientes representa los distintos grupos étnicos existentes en Livorno; otros expresan que fue inventado por un farero local, quien, al tener que encargarse de este faro alumbrado con aceite, decidió usarlo también en la cocina. Sea cual sea su origen, lo que sí sabemos con certeza es que esta sopa se prepara con distintos productos del mar, como mariscos, pulpo, sepia, camarones, gambas o gallinetas, y que es absolutamente deliciosa.
Cacciucco de Livorno
4. Pasta e fagioli pugliese
La Pasta e fagioli, o bien pasta con alubias, tiene orígenes campesinos y se trata de un plato muy común con muchas variaciones regionales a lo largo de toda Italia. La versión pugliese es una sopa blanca, ligeramente espesa, delicada y dulce. La receta incluye alubias y cavatelli, una clase de pasta que se vuelve suave y sabrosa cuando se cocina, o bien una pasta mixta que evoca los orígenes humildes y rurales del plato. Aromatizada con algunas hojas de laurel, la pasta Pugliese y las alubias te harán querer repetir una segunda y tercera vez. Es la comida ideal para las frías noches de invierno.
Pasta e fagioli pugliese
5. Hot Pot vietnamita
El Hot Pot vietnamita es mucho más que una sopa: es un verdadero simposio, un rito de convivencia que anima a compartir y a conversar. Se coloca una olla caliente llena de caldo sobre la mesa y se van añadiendo diferentes ingredientes crudos a su alrededor, como carne de cerdo, pescado, tofu, champiñones y verduras. Los invitados eligen los ingredientes de su propia sopa y los van combinando con los de otras sopas. Mientras la sopa se cocina se estimula la conversación, creando una atmósfera de convivencia. Una vez que los ingredientes están cocidos, los comensales los ponen en sus platos con un poco de caldo y arroz blanco.
Hot Pot Vietnamita. Crédito: Seif Sallam via Visualhunt.com / CC BY
6. Clam Chowder de Nueva Inglaterra
La sopa de almejas o Clam Chowder es oriunda de las costas de Nueva Inglaterra, donde las familias de los pescadores preparaban copiosas comidas elaboradas con ingredientes simples y fáciles de encontrar. De ahí que las patatas y las almejas, que en la costa atlántica abundan, hayan dado vida a esta deliciosa sopa. Hoy en día, en Boston y alrededores, la sopa de almejas de Nueva Inglaterra se considera una delicatessen si se sirve dentro de un pedazo de pan.
Clam Chowder de Nueva Inglaterra
7. Caldo Verde portugués
Como sugiere su exótico nombre, la sopa portuguesa Caldo Verde se prepara con vegetales verdes, especialmente Couve Galega (col verde gallega), hojas suaves y chouriço portugués. Se dice que esta sopa es “la mitad de Portugal”, pues la mitad de la bandera portuguesa es de color verde. Pruébala la próxima vez que estés en Lisboa.
Caldo verde portugués
8. Sopa de tortilla a la mexicana
Esta sabrosa sopa picante se caracteriza por una increíble mezcla de ingredientes y texturas: pollo, aguacate (ñam ñam), queso cheddar derretido y tiras crujientes de tortilla a modo de croutons se añaden a un caldo de tomate ligero. Un verdadero placer para el paladar. ¿Hemos mencionado ya que tiene también aguacate?
Sopa de tortilla a la mexicana
9. Solyanka, una sopa rusa
En ruso, “Sol” significa sal y, de hecho, la Solyanka es una sopa hecha a base de ingredientes muy apetitosos como carne y salchichas, pescado, champiñones y pepinillos. Es el plato perfecto para aquellos a los que les gustan los sabores fuertes y también para quienes desean emular a los maestros literarios rusos, ya que la Solyanka fue uno de los platos favoritos de Dostoievski. No pierdas la oportunidad de probarlo en San Petersburgo.
En las últimas décadas, se ha impuesto la tendencia de acompañar la sopa con una rodaja de limón, aunque este no sea un ingrediente demasiado ruso. ¿Crees que Dostoievski estaría de acuerdo?
Solyanka
10. Gazpacho andaluz
Aunque no es una sopa caliente y revitalizante indicada para soportar el frío invernal, seríamos unos insensatos si no le diésemos el hueco que se merece al gazpacho andaluz. Se trata de una sopa fría elaborada con vegetales crudos tales como pepinos, tomates, pimientos, cebollas y pan duro para conseguir esa textura aterciopelada característica del gazpacho. El toque final es el vinagre, el cual le da un sabor especial y ligeramente amargo. Con unos cubitos de hielo, la sopa se vuelve aún más refrescante. Además de la versión clásica, hay diversas variaciones a partir de frutas como el melón, la sandía o la fresa. Siempre puedes degustarla en tu cocina calentita y soñar que estás cualquier día de junio en Granada visitando la Alhambra.
Gazpacho andaluz
Créditos Imagen Destacada: VisualHunt
muchas gracias, me encanto lo de las 10 mejores sopas.