5 cosas que no sabías acerca del Castel Sant’Angelo

Musement echa un vistazo a algunas curiosidades sobre el Castel Sant’Angelo, o Castillo de Sant’Angelo, uno de los monumentos más famosos e importantes de Roma.

Roma ofrece un montón de cosas que ver y hacer: desde el Foro Romano al Coliseo, pasando por las zonas históricas menos conocidas y las populares piazzas, cada rincón de Roma cuenta una historia centenaria repleta del inconfundible encanto del viejo mundo.

Uno de los monumentos más famosos de Roma, quizás tan icónico como la basílica de San Pedro, es sin duda el Castel Sant’Angelo. Comisionado en el 125 aC por el emperador romano Adrián como mausoleo, el Castel Sant’Angelo no fue terminado hasta el 139 dC por Antonino Pío, y posteriormente fue utilizado como fortaleza y como prisión. Precisamente por esto, contar su historia implica revelar algunos secretos de una parte singular de la historia romana, no tan conocida, y en ocasiones con un pequeño toque macabro.

Aquí tienes cinco curiosidades sobre Castel Sant’Angelo que quizás no sabías.

1. El nombre

Hasta el 590 dC, el monumento que todos conocemos como Castel Sant’Angelo se llamaba Mausoleo de Adrián, por lo que hemos mencionado anteriormente. Sin embargo, en el 590, cuando Roma sufría una plaga, el arcángel Miguel se le apareció al papa Gregorio I durante una procesión al Mausoleo y enfundó su espada, un señal de que la plaga estaba terminando. Para los escépticos, solo podemos decir que la plaga sí se acabó y que aún se puede ver lo que se dice que son las huellas del arcángel grabadas en la roca en la que hizo la aparición. Por eso, en honor al arcángel Miguel y la buena nueva que trajo, el Mausoleo de Adrián fue rebautizado como Castel Sant’Angelo, y se colocó una estatua del ángel en la parte superior del edificio.

2. El ángel

Esta estatua de la parte superior, sin embargo, acabaría teniendo una historia interesante y convulsa a la vez. La primera versión estaba hecha de madera y acabó tan dañada que se cayó a pedazos. Fue reemplazada por un ángel de mármol, que fue destruido durante un asedio en 1379. Luego se erigió una tercera estatua, un ángel de mármol con las alas de bronce, que fue incinerado por un rayo en 1497. En su lugar se colocó otro ángel de oro y bronce, que a cierto punto también fue retirado y fundido para hacer cañones durante el saqueo de Roma de 1527 por las tropas Lansquenetes del Emperador del Sacro Imperio Romano. Tras otro ángel sustituto hecho de mármol y bronce, en 1573 se instaló un ángel de bronce que aún sobrevive.

3. El puente

Cuando pensamos en el Castel Sant’Angelo, la imagen que primero nos viene a la mente es la de la fortaleza circular vista desde el Ponte Sant’Angelo (también llamado Ponte Elio), el icónico puente que cruza el Tíber decorado con estatuas de mármol. Antaño, en lugar de las magníficas estatuas de Bernini, el puente estaba decorado por las cabezas cortadas de los sentenciados a muerte: una forma de decoración decididamente más macabra, que servía de aviso a los paseantes.

4. El verdugo

Todas esas cabezas no se iban a cortar solas: el verdugo oficial del Estado Pontificio hacía el trabajo sucio. En concreto, durante un periodo del siglo XIX, esta oficina la llevaba Mastro Titta, que hacía a la vez de verdugo y de paragüero. Vivía y trabajaba en su tienda de paraguas de Borgo, a un paseo del Castel Sant’Angelo, y solía tomarse un descanso paseando por el Ponte Sant’Angelo cuando se requerían sus servicios de verdugo en las plazas principales de la orilla opuesta del Tíber.

5. En cultura pop

El Castel Sant’Angelo ha inspirado a muchas personalidades, cineastas y compositores a lo largo de la historia. Su azotea es el punto desde el que Tosca salta en el tercer acto de la famosa ópera de Puccini. La fortaleza también aparece en la superproducción de Hollywood Ángeles y demonios, y también en videojuegos como Assassin’s Creed II, con un papel principal en Assassin’s Creed: Brotherhood.