Descubre las cinco obras de Andy Warhol que han dejado una huella imborrable en el mundo del arte moderno.
Andy Warhol, uno de los artistas pop más aclamados del mundo, es sinónimo de Nueva York, de Silver Factory (su primer estudio con paredes cubiertas de papel de estaño) y, por supuesto, de las icónicas latas de sopa Campbell. Aunque la pintura no fue su único medio de expresión, el estilo único de sus cuadros ha dejado una huella imborrable en el arte del siglo XX. Estas son las cinco obras más emblemáticas del artista.
1. Latas de sopa Campbell, 1962
El artista solía buscar inspiración en la cultura de consumo y los medios de comunicación, y una de sus obras más icónicas son las representaciones de las populares latas de sopa Campbell. Warhol pintó 32 lienzos, uno para cada uno de los 32 sabores de sopa que se vendían en aquel momento, y los mostró todos juntos, como si estuvieran expuestos en un estante de supermercado.
Dónde: MoMA, Nueva York
2. Mao, 1972
Warhol se inspiró tanto en las celebridades como en la cultura de consumo, de ahí su representación de Mao Zedong, el revolucionario comunista que fundó la República Popular China. Tomando como base la foto oficial de Mao, Warhol añadió toques de color intenso en los numerosos retratos que creó. Muchos creen que esta fue su forma de mostrar la libertad de expresión, algo que Mao no fomentaba en su país. Las 199 serigrafías de esta serie se exhiben actualmente en todo el mundo. Una de ellas puede verse en la Tate Modern de Londres.
3. Díptico de Marilyn, 1962
Warhol también retrató a Marilyn Monroe, la leyenda de Hollywood. La icónica serigrafía contiene 50 retratos idénticos de la estrella de cine: 25 en color (en la parte izquierda) y 25 en blanco y negro (en la parte derecha). Como base para esta obra utilizó una fotografía publicitaria de la película protagonizada por la actriz en 1953, Niágara. Warhol completó el díptico en las semanas siguientes a la trágica muerte de Marilyn, y pronto se convirtió en una de sus creaciones más aclamadas.
Dónde: Tate Modern, Londres
4. Banana, 1967
Simple pero icónica, la Banana de Warhol es un emblema de la cultura pop. El artista creó esta pieza para la portada de The Velvet Underground & Nico. ¿La parte más interesante? ¡El “elemento”interactivo! La piel del plátano era en realidad una pegatina que los dueños del disco podían “pelar” para revelar la fruta que se escondía debajo. Warhol eventualmente incorporó esta imagen en trabajos posteriores.
5. Ocho Elvis, 1963
Ocho Elvis quizás no sea tan conocida como algunas de las otras creaciones de Warhol, ya que no fue reproducida en masa, pero es una buena muestra de su estilo distintivo. Esta obra, de más de tres metros de altura, muestra ocho imágenes superpuestas de Elvis Presley con ropa de vaquero. El cuadro, que ahora forma parte de una colección privada, se vendió por 100 millones de dólares en 2008, convirtiendo a Warhol, en la época, en el quinto artista cuyas obras se vendieron por lo menos por esa cantidad.